El Tribunal Supremo (TS) ha enmendado la revisión de sentencia que realizó otro tribunal, el Superior de Justicia de Aragón (TSJA), por el que se aumentó en 33 meses la condena contra Jessica Morales, una de las juzgadas por el crimen de Cadrete.

Los magistrados aragoneses consideraron que esta joven encubrió el homicidio y posterior descuartizamiento de Vanesa Barrado a manos de su hermano Cristóbal, mientras que sus compañeros del Alto Tribunal, con sede en Madrid, lo rechazan y solo la condenan a 15 meses por un delito de hurto, ya que sustrajo las joyas a la víctima.

De esta forma, dan la razón a su abogada, María José Andrés, quien recurrió el fallo del TSJA por considerar que vulneró el derecho de la recurrente a la tutela judicial efectiva al condenarla por un delito del cual no fue declarada culpable por el jurado, incorporando además en su argumentación elementos incriminatorios no declarados expresamente probados por los miembros del jurado.

El ponente de esta sentencia, el exfiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, añade que «que es verdad que, analizado detalladamente el veredicto, se aprecia que al tribunal popular también se le formuló una pregunta subsidiaria, relativa al delito de encubrimiento, si bien ya habían contestado anteriormente que no era culpable del mismo». Es por ello que el Tribunal Supremo critica la falta de claridad del cuestionario que tuvieron que contestar los nueve hombres justos.

Junto a Jessica, en este caso fueron juzgados sus tres hermanos, Crisóbal (condenado a 24 años y tres meses de prisión), Miguel Ángel (3 años) y Juan Manuel (15 meses). Los hechos tuvieron lugar en junio del 2012 en Cadrete (Zaragoza). Cristóbal mató a su novia Vanesa y descuartizó el cadáver, que tiró en una chopera cercana gracias a la ayuda de Miguel Ángel. Los otros dos encausados, Juan Manuel y Jessica, se beneficiaron de las pertenencias de la fallecida.