El «próximo día 20» comenzarán las obras de uno de los trabajos más complejos incluidos en la reforma del Mercado Central de Zaragoza. Se trata de la construcción de un túnel peatonal que le conectará con el aparcamiento subterráneo de la avenida César Augusto. Se trataría de una nueva entrada al futuro edificio, que conectaría la zona de estacionamiento con la planta baja a través de un ascensor, para facilitar la accesibilidad de personas con movilidad reducida.

Los trabajos estaba previsto que comenzaran el pasado lunes, pero tenía el hándicap de contar con una línea de media tensión que atraviesa ese mismo recorrido en el subsuelo y era imprescindible contar con un permiso de la compañía eléctrica que no llegó en el plazo previsto. Ahora se confía en que no haya imprevistos y antes de final de mes empezará una intervención que obligará a cerrar al tráfico la calle Torrenueva, en la fachada sur del mercado, que es la calle que se utiliza para acceder a la avenida César Augusto desde la trasera del edificio, que antes se empleaba para la carga y descarga. Los responsable de la obra calculan que estará cortada a la circulación de vehículos «durante dos meses», de manera que el servicio de Movilidad ya prepara un plan alternativo para los usuarios, sobre todo los residentes y transportistas que tienen en esta vía una conexión imprescindible entre la zona de las Murallas y el enlace con la calle Conde Aranda.

Esta zona del entorno del Mercado Central será una de las que registre más actividad durante los últimos meses de la reforma, y es que allí se ubican los arcos metálicos, en el exterior, que los futuros puestos de restauración en Lanuza usarán para instalar los veladores y terrazas para la clientela. Aunque solo está decidido que se repintarán, los adjudicatarios de estos puestos podrían requerir otras mejoras.