El túnel internacional de Bielsa-Aragnouet volvió a abrirse ayer al tráfico rodado tras un largo periodo en el que las fuertes nevadas caídas en el Pirineo, especialmente en el lado francés, han impedido su apertura continua.

Los servicios de máquinas quitanieves han despejado la carretera departamental francesa que sube hasta el túnel, que había permanecido cerrada debido al riesgo de que se produjeran aludes por la acumulación de nieve en las laderas.

De hecho, a finales de febrero, dos excursionistas de Cantabria perdieron la vida en sus inmediaciones, en la vertiente gala, como consecuencia de un alud.