El turismo blanco de Aragón afronta la temporada con grandes expectativas. El inicio adelantado de la campaña en varias estaciones pirenaicas y las grandes nevadas caídas en las últimas semanas hacen que las previsiones del sector sean positivas, aunque prima la cautela. El puente festivo de la Constitución será decisivo para valorar si se cumplen los buenos augurios.

Este fin de semana han abiertos sus pistas Formigal-Panticosa y Astún, que han contado con 46 kilómetros esquiables, así como el circuito de fondo del Somport. La inauguración de la temporada ha dejado buen sabor de boca en estas estaciones, donde se ha registrado una buena afluencia de esquiadores que han disfrutado de la nieve fresca recién caída.

«La campaña ha arrancado con fuerza en nuestras montañas», destacan desde Formigal-Panticosa, del grupo Aramón, que confían en ir a más gracias a las últimas nevadas que se han producido entre el sábado y el domingo, que han dejado entre 20 y 25 centímetros de media. En las cotas más bajas hay algo menos de un palmo de nieve, pero en las más altas, algunas pistas llegan hasta los 140 centímetros. La jornada del domingo volvió a arrancar con sol, al igual que ocurrió el sábado. Aunque hubo momentos de nubes altas, el tiempo ha respetado la jornada de esquí.

No obstante, la apertura temprana «ha sido poco significativa en términos turísticos», según el presidente de la asociación del Valle de Tena, Ángel Bandrés. Destacó que solo los hoteles de Jaca han tenido reservas importantes, pues el resto de establecimientos todavía no estaban preparados para el comienzo de la campaña. En algunos siguen las reformas que se emprenden cada año y la contratación del personal aún no se ha producido.

La situación, en cualquier caso, es mucho mejor a la de hace un año, cuando el inicio de la temporada se retrasó a finales de diciembre con pocas pistas abiertas.