El turismo activo relacionado con las actividades fluviales estará presente este miércoles por primera vez en el Consejo del Agua de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el máximo órgano de planificación de la cuenca. La Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo, con su presidenta, Agnes Dewulf, acudirá a la reunión, en representación también de otras asociaciones comunitarias y provinciales con las que están en contacto y comparten intereses.

Su asistencia a la reunión, junto a un vocal del Noguera Pallaresa catalán, será «con voz pero sin voto», aclaró, pero es un «cambio de mentalidad» destacable en el organismo de cuenca, que se abre a contar con este colectivo en su planificación. De hecho, intervendrán en el plan de gestión de cuenca 2021-2027, uno de cuyos 18 puntos refleja la consideración de las empresas de turismo fluvial, y se planea un estudio de impacto del sector en los territorios.

Esta presencia coincide con el debate de la reactivación de la Mesa del Agua, a propuesta del presidente del Gobierno de Aragón, motivado en gran parte por el incierto futuro del embalse de Biscarrués. Un proyecto cuyos detractores cuestionan, entre otras cosas, por el impacto que tendría en el floreciente turismo de aventura en la zona de La Galliguera. Pero sobre este asunto, Dewulf prefirió no pronunciarse, menos aún sin resolución judicial definitiva.

NUEVO DECRETO

Paralelamente, el Boletín Oficial de Aragón publicaba este martes la apertura del plazo de información pública del nuevo decreto sobre el turismo activo del Gobierno de Aragón, que ha sido planeado en colaboración con las empresas del sector pero que finalmente, para su gusto, ha sido «poco ambicioso».

El proyecto de decreto sí recoge alguna de sus peticiones, como exigir lo mismo a empresas que actúen en Aragón llegadas de otras comunidades o países. Algo en lo que la anterior regulación, del 2008, era «ambigua».

Entre las mejoras, solicitarán un protocolo de actuación de mínimos, pactado con la Guardia Civil, la Unidad Adscrita de la Policía o Protección Civil, para que los empresarios sepan a qué atenerse en caso de accidente y no incurran, por desconocimiento, en responsabilidades.

También quieren una ratio de clientes por monitor flexible según el deporte, y una regulación de las prendas de seguridad.

La Unidad Adscrita de la Policía Nacional sancionó el año pasado a 10 monitores por no tener carnet actualizado o incumplir la ratio, de entre las 196 inspecciones que realizaron.