Los pronósticos pesimistas de los empresarios del Pirineo aragonés se han confirmado. Los datos de ocupación hotelera del pasado mes de julio revelan que la cordillera registró un descenso de visitantes de un 8,1%. Pero contrariamente a lo que se pensaba, la bajada no sólo afectó a la afluencia de extranjeros --que fue del 14,9%--, sino también al turismo nacional --del 5,9%--.

Las cifras aportadas por el Instituto Aragonés de Estadística reflejan igualmente que el número total de pernoctaciones en el Pirineo descendió un 3,8% y un 17,3% en el caso del turismo extranjero. Sin embargo, las pernoctaciones de ciudadanos españoles apenas sufrieron variaciones y crecieron un 0,1%.

De esta manera, Huesca presentó unos datos similares a los constatados en el Pirineo, que dejaron a esta provincia aragonesa como la única donde no se produjo un aumento en el número de turistas. En concreto, la cantidad total de visitantes en Huesca también bajó algo más de un 8% --con casi los mismos porcentajes en cuanto a turismo nacional y foráneo--, pero hubo una ligera bajada en las pernoctaciones nacionales del 0,24%.

Según explicó a este diario el director general de Turismo de la DGA, Benito Ros, son varios los factores que han influido en este descenso. "En primer lugar, las ofertas de bajo coste de los touroperadores han sido perjudiciales y han desplazado a turistas nacionales y extranjeros a otros países o a la costa. La inestabilidad climatológica también ha tenido parte de culpa, ya que el tiempo en julio no fue bueno. Y puede que el aumento de la oferta no haya sido proporcional a la demanda. Además, algunos eventos como el Año Jacobeo o la Eurocopa de fútbol también han influido", indicó Ros.

Estos hechos han llevado al Gobierno aragonés a admitir la necesidad de realizar cambios en la política de promoción turística. Una promoción que "debe intensificarse", sobre todo en el sur de Francia, principal foco del descenso de turistas extranjeros producido en la comunidad.

GRAN SUBIDA EN TERUEL Las preocupantes cifras del Pirineo contrastan sin embargo con el notable ascenso registrado en Teruel, donde el número total de visitantes aumentó en un 16,6%. La base de la subida fue el turismo nacional, que se incrementó en un 20,3%, mientras el extranjero bajó en un 14,3% --no así las pernoctaciones de foráneos, que subieron un 15,4%--.

Igualmente, la provincia de Zaragoza experimentó un ligero incremento en el total de visitantes del 6,84%, aunque nuevamente descendió la afluencia de foráneos --en un 1%--.

De esta manera, tanto Zaragoza como Teruel lograron maquillar ligeramente los datos globales de la comunidad aragonesa, donde se constató un mínimo ascenso del 2,43% en el número de turistas, aunque también se produjo una bajada del 8,6% en cuanto a las visitas de extranjeros.

"El mayor problema se ha producido con el turismo francés. Según me han explicado los empresarios, han venido menos y han gastado en menor medida que en otras ocasiones. Pero hay que valorar también que en el cómputo global Aragón sigue creciendo y que Zaragoza y Teruel han registrado importantes aumentos, aunque es cierto que hay una bajada de turistas extranjeros", apuntó Ros.