Con la resaca de las fiestas navideñas es momento de hacer balance. La falta de nieve ha trastocado los planes de muchos y alterado la tendencia de ocupación del sector hotelero, sobre todo de la zona del Pirineo que aunque ha logrado mantener el tipo, la demanda ha sido menor que otros años. En cambio, las casas rurales se frotan las manos después de un puente de Nochevieja donde se rozó el 100% en prácticamente toda la comunidad aunque en el de Navidad y Reyes las cifras oscilaron entre el 40 y el 45%.

Mientras que en las estaciones de esquí siguen mirando al cielo y fabrican nieve, desde la Asociación Turística de la Comarca del valle del Aragón descartan dar cifras del nivel de ocupación. Su presidente, Ángel Bandrés, explicó que ha sido «moderadamente positivo» si se obvia el puente de Reyes, donde las reservas cayeron drásticamente. «Ha habido afluencia pero no como en otros años», confesó. Según explicó, al número de cancelaciones de última hora hay que añadir un descenso en el número de pernoctaciones.

En el valle de Benasque hablan con más satisfacción, con una ocupación media que roza el 90%. La directora de la Asociación turística empresarial Valle de Benasque, Eva Bizarro, explicó que, a diferencia de lo que se piensa, que el resto de estaciones de esquí no estén a pleno rendimiento o directamente estén cerradas «no favorece» al valle de Benasque. Así que las cifras se han mantenido similares a las de otros años siendo el puente de Nochevieja el más positivo.

SOBRARBE

En la comarca del Sobrarbe también han notado la falta del manto blanco, pero no tienen quejas del resultado.

Según explicó la representante de la Asociación Empresarial y Turística de Sobrarbe, Paz Agraz, la ocupación media de todas las navidades ha alcanzado el 80%, marcando la diferencia, también en este caso, la despedida y entrada del año cuando se colgó el cartel de completo en casi la totalidad de la comarca.

«El tiempo ha sido muy bueno y eso ha motivado a la gente a venir, incluso para pasar solo el día por lo que la restauración se ha visto muy beneficiada», comentó. Agraz destacó que este año ha habido tres puentes consecutivos lo que ha animado a la gente a hacer una escapada, con una media de cuatro días.

Sin duda este año las casas rurales han marcado la diferencia, con una ocupación del 100% en todo Aragón en el puente de Nochevieja. El presidente de la Federación Aragonesa de Asociaciones de Alojamientos Rurales (Faratur), Jesús Marco, explicó que se trata de uno de los mejores del año porque existe la costumbre de juntarse en grupos de amigos o familias para celebrar la entrada del año, mientras que el de Navidad o Reyes el movimiento decae, con cifras que oscilan entre el 40 y el 45%.

Pese a ello, el resulto global es «bastante bueno» con una mejora en el número de reservas durante la campaña navideña. «Hay más plazas que otros años y la demanda ha sido mayor, lo que nos hace pensar que cada vez más la gente sale de casa y que está habiendo un repunte», añadió.

Según Marco, que las pistas de esquí sigan cerradas no se ha notado porque el turismo rural en estas fechas no se mueve tanto por la nieve. De hecho, matizó que en la mayoría de los casos se buscan casas rurales cercanas al lugar de residencia. En estas fechas el movimiento se produce dentro de la comunidad, aunque también se han recibido muchos turistas de Valencia, que tienen a Teruel siempre entre sus opciones favoritas, y del País Vasco, La Rioja y Navarra, con el Pirineo como zona vacacional por excelencia. Incluso se han visto varios andaluces, valientes de sufrir las bajas temperaturas de estos días, destacó Marzo.

Las Cinco Villas, el Maestrazgo, Gúdar-Javalambre y el Pirineo han vuelto a ser una vez más las zonas más demandas para pasar estas fechas navideñas. En cuanto al número de noches de estancia, la mayoría ha optado por estar entre tres y cuatro días.

Tras la campaña navideña, llega la cuesta de enero, que también la sufre el turismo.