El juez de Violencia sobre la Mujer de Teruel, Jerónimo Cano, acaba de dictar una orden de alejamiento contra un hombre como presunto autor de un delito contra la libertad sexual en su modalidad de abuso sexual. El imputado, identificado como Diego L. A., metió mano a la víctima y ella respondió con una bofetada.

Por ello le prohíbe aproximarse a ella a menos de 200 metros en cualquiera de los lugares en los que la víctima se pueda encontrar e igualmente comunicarse con ella por cualquier medio. Esta prohibición estará vigente mientras duren las diligencias abiertas en el juzgado por los hechos ocurridos.

El magistrado le avisa también de que el incumplimiento de esta medida podría dar lugar a la adopción de otras nuevas que impliquen una mayor limitación de su libertad personal.

Todo ocurrió a las 02.30 horas del pasado domingo en la fonda El Tozal de la capital turolense. El sospechoso, según señala el juez, “sobrepasó los límites y en un proceder desmesurado, le metió mano y sobó las zonas más íntimas de una mujer, sin autorización ni consentimiento”.

Una situación que incomodó a la mujer, quien de forma instintiva le propinó una “soberbia bofetada”, tal y como destaca el instructor, ya que “se sobrepasó con creces y sin consentimiento alguno”.