La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) pidió ayer la creación de una mesa de trabajo «inmediata» para aportar soluciones a los ataques del lobo, así como una mayor inversión para arreglar los daños ya producidos y establecer medidas preventivas. El sindicato cuenta con la colaboración de seis asociaciones ecologistas y apuestan por la conservación de la ganadería extensiva y de la biodiversidad.

El secretario general de UAGA, José Manuel Penella, señaló ayer, en rueda de prensa, que las ganaderías aragonesas «no están preparadas» para afrontar una convivencia con el lobo tal y como están. «Por ejemplo, en Castilla y León, los ganaderos han convivido siempre con el lobo y tienen medidas que previenen los posibles ataques», aseguró.

«Son ya 362 ovejas muertas y suficiente motivo para crear el grupo de trabajo de forma inmediata», según el responsable de Ganadería del sindicato, José Luis Iranzo. Además, explicó que la mesa de trabajo debe estar compuesta por los ganaderos afectados, expertos en materia de convivencia con el lobo, la Administración y grupos ecologistas para decidir las medidas que favorezcan tanto a la ganadería extensiva como a la conservación del ecosistema. «No podemos estar esperando mientras nos manifestamos en los pueblos. Urge planificar una hoja de ruta, en frío, para saber cómo actuar porque un ataque de este tipo, puede ser el fin de una ganadería», recalcó Iranzo.

MÁS MEDIDAS

UAGA y los seis grupos ecologistas -Asociación Naturalista de Aragón, Amigos de la Tierra, Fondo Natural, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Ecologistas en Acción y Seo BirdLife-, también exigieron una mayor agilidad en la resolución del problema y en el pago de daños además de una mayor inversión para medidas de prevención, como la colocación de cercados más altos o poner a disposición de los ganaderos perros mastines. «Las indemnizaciones deben estar a la altura para poder paliar los daños y establecer las medidas de prevención. En Castilla y León, las parideras están en condiciones para proteger al ganado y, sin embargo, en Aragón, la mayor parte están destruidas», detalló Iranzo.

Iranzo y Penella sugirieron realizar un estudio para conocer las zonas donde el lobo puede aparecer y controlar el número de ejemplares y su ubicación «para estar preparados» porque un ganado «tarda en recuperarse más de un año tras un ataque».

Por su parte, el responsable de Seo BirdLife en Aragón, Luis Tirado, reiteró que este sector necesita adecuar las infraestructuras y amortiguar los daños producidos. «Lo que tenemos que hacer es unirnos todos para llegar a un acuerdo y evitar, a toda costa, el conflicto entre todos los sectores», apuntó.

Unas medidas que coinciden con las que el Gobierno de Aragón valoró el pasado lunes y debatió con las organizaciones agrarias y otros representantes del sector ganadero. El plan que presentó la DGA contempla también las zonas de riesgo por osos pardos.