El sindicato agrario UAGA calcula que la sequía ha provocado unas pérdidas en la cosecha del olivar de un 30 %, con estimaciones que oscilan entre el 80 % en la comarca de Calatayud y del 50 % en el Bajo Aragón, mientras que en Sobrarbe y Moncayo la cosecha será normal.

El sindicato agrario también alerta de que la disminución del calibre de la oliva y una relación pulpa-hueso "muy mala" harán que la cantidad de aceite también se vea muy mermada.

En esta campaña la producción de oliva destinada a mesa no va a ser posible debido a su menor tamaño por la sequía, con excepción de en las 11.500 hectáreas de regadío, donde, pese a restricciones de agua, sí que será factible.

Mientras la oliva empeltre para aceite se paga a 0,50-0,60 euros el kilogramo, la de mesa oscila entre 1-1,20 euros, por lo que los productores van a obtener menos rendimiento además de menos cosecha, según señala UAGA en una nota de prensa.

No obstante, la sanidad vegetal en este cultivo presenta este año un buen estado, sin hongos y con poco ataque de mosca.

En total, este año se calcula una cosecha similar a la de 2016, unas 40.000 toneladas que producirán unas 10.000 toneladas escasas de aceite, que actualmente se vende por encima de 3,75 euros por litro a granel.

UAGA calcula que unas 7.000 familias en Aragón viven de éste sector, que tiene un alto valor social y medioambiental y que genera empleo y riqueza en los pueblos.

En este sentido, reclama el apoyo de las distintas administraciones de España y Europa en defensa de la calidad del producto y contra el fraude.