El repunte de la población de aves carroñeras en la comarca del Sobrarbe, amparado por los planes de protección del quebrantahuesos está siendo un problema para los sindicatos agrarios, que reclaman una gestión más responsable de los muladares. UAGA recordó ayer para justificar su postura los ataques de aves los días 19 de abril y 4 mayo en los que murieron dos vacas en las citadas zonas del territorio.

Desde UAGA alertaron que el censo de estas aves necrófagas es muy alto, «dado que se ha triplicado la población en el Pirineo en los últimos 20 años, y que además éstas han cambiado sus hábitos».

La agrupación recordó que los últimos ataques se han producido «justo cuando se están creando en esa comarca pirenaica puntos de observación de estas aves con el objetivo de ser uno de los mejores destinos turísticos de los Pirineos y de Europa». En este contexto, UAGA criticó «la falta de atención» por parte del Gobierno de Aragón hacia los ganaderos que sufren esta problemática desde hace años y exigió que se habiliten indemnizaciones por estos daños y que se «agilicen y simplifiquen» los procedimientos para el cobro de las mismas.

Los agricultores ven necesario «un replanteamiento de los muladares existentes» y que se realice un estudio «de su beneficio real, su adecuada localización y si es necesario un aumento del número de los mismos».

En opinión de algunos ganaderos tampoco está muy claro que la existencia de estas zonas de alimentación en determinadas zonas sea beneficiosa y compatible con la ganadería, ya que consideran que atraen a más buitres a esa zona con lo que se aumenta el riesgo de ataques. «Por ello, habría que realizar un estudio en profundidad y analizar nuevas posibilidades de los 40 muladares que hay en funcionamiento permanente», expresó el sindicato agrario.