El modelo familiar de fruticultura está en serio riesgo de muerte. Así lo advirtió ayer la organización agraria UAGA, que denunció que si no se hace algo para remediarlo cientos de explotaciones cerrarán en los próximos años debido a la «agónica» crisis de precios. El principal sindicato agrario de Aragón criticó la llegada de inversores y de grandes empresas que poco tienen que ver con el sector y alertó de los «terribles» efectos demográficos que el «fallecimiento inminente» de los pequeños agricultores puede generar en varias comarcas de la comunidad.

Para poner de manifiesto esta situación y luchar por un futuro «digno», UAGA va a iniciar un calendario de movilizaciones que irá ganando en intensidad «si siguen sin llegar soluciones por parte de las administraciones públicas». Tal y como adelantó este diario, la primera tractorada y concentración se celebrarán el próximo 19 de octubre en Calatayud. Además de por unos precios «irrisorios» que no cubren ni los costes de producción, esta comarca ha sido la más golpeada por las inclemencias del tiempo, ya que sufrió heladas en abril y pedrisco hace unas semanas.

De hecho, la consejería de Agricultura de la DGA va a poner en marcha una la línea de créditos blandos para mitigar las pérdidas de la última granizada. Aunque valora la medida, UAGA cree que es «insuficiente» porque considera que los bancos no concederán los préstamos a muchos agricultores que se encuentran endeudados y, además, la línea se circunscribe solo a la zona de Calatayud.

«Nuestro problema no afecta solo al departamento de Agricultura, entendemos que las soluciones deben venir incluso del Gobierno central», subrayó ayer el secretario general de UAGA, José María Alcubierre, en la presentación del calendario de protestas. Una rueda de prensa que se celebró en una explotación de manzanas de la localidad zaragozana de la Almunia de Doña Godina y en la que se colocaron cirios y una urna funeraria para escenificar la posible muerte del sector.

INVITACIÓN A OTROS SINDICATOS / El objetivo de UAGA es conseguir que las protestas sean lo más multitudinarias posibles. Por eso, hicieron un llamamiento al resto de organizaciones agrarias e incluso «a la sociedad en general». «Los paganos de esta crisis de precios también están siendo los consumidores porque están asumiendo unos costes hasta un 600% superiores a los del campo», indicó Alcubierre.

Los representantes de UAGA dejaron claro que la de Calatayud solo será la primera protesta de un calendario que podría llegar incluso a Zaragoza o Madrid. Además, subrayaron que no descartan ni siquiera la huelga, lo que provocaría un desabastecimiento de producto. En este sentido, el sindicato subrayó que los agricultores más afectados necesitan ayudas directas porque si no tendrán que cerrar sus explotaciones. En Aragón, el sector de la fruta genera unos 15.000 empleos y es la principal actividad en varias comarcas.