El joven de 20 años que fue salvado in extremis de morir ahogado por los socorristas de la piscina de Ciudad Jardín, en Zaragoza, sigue todavía ingresado en la UCI del hospital Clínico. En el momento de ser rescatado, el bañista no tenía pulso, lo que hizo temer por su vida. Gracias a las maniobras de reanimación que le hicieron los socorristas fue posible mantener sus constantes vitales.