La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civik se ha sumado a la investigación que la Comdandancia del Instituto Armado de Zaragoza está realizando en aras de localizar y detener a Benito Ortiz Perea, el hombre de 61 que el pasado miércoles se fugó del centro penitenciario de Zuera.

Asimismo, el Cuerpo Nacional de Policía y otras policías municipales han recibido la orden de busca y captura dictada por la Audiencia Provincial de Huesca, ya que cuando escapó estaba ingresado en Zuera en calidad de preventivo por el secuestro de una joven de Zaragoza y posterior atraco a una armería de Huesca, en mayo del 2016. Los investigadores no descartan que este hombre de 61 años pueda estar fuera incluso de Aragón, puesto que el clan Ortiz Perea no solo tiene influencia en el zaragozano barrio de Torrero, donde viven varios miembros de la familia, sino también en otras comunidades limítrofes gracias a su largo historial delictivo. No obstante, todas las líneas de investigación permanecen abiertas.

Ortiz Perea utilizó el propio sistema de seguridad de las puertas de la prisión para su huida. La ambulancia entró al recinto y la puerta principal (AP1), de unos 3 metros de altura y con forma de valla, se cerró. Cuando el vehículo se dirigía a una segunda estancia y la puerta (AP2) se estaba abriendo, este hombre salió corriendo de la ambulancia y saltó la primera puerta. Al estar activado el sistema de apertura de este acceso, la AP1 estaba bloqueada. Hecho que evitó que el personal de seguridad pudiera ir tras sus pasos. También coincidió que uno de los guardias civiles que le custodiaron en su recorrido entre el hospital Miguel Servet y la cárcel se encontraba dentro de la garita dejando el arma. Los agentes no pueden acceder al interior del centro penitenciario armados.

El fugitivo había sido operado cuatro días antes de una fístula, por lo que, aunque había ido a urgencias por un dolor estomacal, los investigadores no creen que precisara de unos cuidados sanitarios extraordinarios.

RUMORES

Esta fuga de película se extendió rápidamente por las redes sociales, generando una serie de bulos que la propia Guardia Civil tuvo que salir al paso para desmentirlas. Uno de los rumores que negaron fue la supuesta detención del preso según un vídeo difundido, puesto que esas imágenes se trataban de una operación efectuada días atrás por la Guardia Civil de Burgos sin tener relación alguna con el preso fugado.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado apelan a la colaboración ciudadana. Benito Ortiz Perea mide 1,65, es de complexión delgada y tiene 61 años. En el momento en el que se le perdió la pista vestía un jersey negro, pantalones vaqueros y unas deportivas oscuras de la marca Reebok. Es un delincuente considerado peligroso, si bien no estaba clasificado como un preso violento por las autoridades.