El programa europeo Horizonte 20 ha otorgado 800.000 euros al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza para la investigación en cáncer infantil.

Según informaron desde el campo, esta partida irá destinada al estudio del neuroblastoma y el glioma difuso de troncoencéfalo, dos tipos de cáncer que presentan un alto índice de mortalidad y complejidad terapéutica.

El cáncer infantil se utiliza para designar distintos tipos que pueden aparecer en la población infantil antes de cumplir los 15 años, aunque se considera una enfermedad rara por su incidencia: 15 nuevos casos al año por cada 100.000 menores de 14 años, según la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (Sehop).

Se calcula que medio millón de europeos serán supervivientes de un cáncer infantil en el año 2020 y que dos tercios de ellos presentarán efectos secundarios a largo plazo que influirán en su calidad de vida.

No obstante, el cáncer sigue siendo la primera causa de muerte no traumática en la infancia. Los más frecuentes son las leucemias, los tumores cerebrales, linfomas y neuroblastomas.

El vicerrector de Política Científica, Luis Miguel García Vinuesa, junto con el director del I3A, Ignacio Garcés, tienen previsto detallar los proyectos que se van a desarrollar gracias a esta inversión. Lo harán acompañados de los investigadores José Manuel García Aznar, María Ángeles Pérez Ansón y María José Gómez Benito, del grupo Modelado Multiescala e Ingeniería Biológica (M2BE).

APOYO

La Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón (Aspanoa) atendió en el 2017 (últimos datos oficiales y completos) a 197 niños y adolescentes, de los que 33 fueron nuevos diagnósticos.

El informe del colectivo detalla que hubo 53 menores en tratamiento —diagnosticados antes del 2017— y 111 restantes se encontraban en la fase de postratamiento, mantenimiento o revisión. Las cifras, similares a años anteriores, indican que la incidencia del cáncer infantil continúa estable en Aragón.

El dato más negativo se dio en los fallecimientos, con 11 defunciones por cáncer infantil cuando, según el propio texto, lo habitual es que se produzcan entre 7 y 11 cada año.

Se trata de una lacra que cada año le arrebata la vida a muchas personas por lo que la inversión por parte de las instituciones públicas y organismos privados se presenta como una necesidad urgente y constante.