Algunas zonas de Aragón empiezan a tener mucha sed. Las escasas precipitaciones que han caído en los últimos tres meses y las altas temperaturas han sembrado la preocupación en buena parte de los campos de la comunidad. Las organizaciones agrarias ya advierten de que hay comarcas en que la situación del cereal de invierno es irreversible, aunque en gran parte del territorio aún se está a tiempo de que la cosecha se recupere.

«Las lluvias de los últimos días han permitido que el escenario cambie bastante en la zona de Belchite y Bajo Aragón, que era la zona más golpeada hasta ahora y donde corríamos el riesgo de quedarnos sin cosecha», explica el responsable de la comisión ejecutiva de UAGA, David Solano. La preocupación, sin embargo, se mantiene en buena parte de la margen izquierda del Ebro, sobre todo en Fraga, Ballobar y Bujaraloz. «Aún no queremos hacer valoraciones de pérdidas, pero en estas zonas la situación ya es irreversible», lamenta Solano.

Más optimista se muestra respecto al resto del territorio. De hecho, confía en que las lluvias previstas en los próximos días despejen la crisis que se cernía sobre el sector.

«Estamos mejor que hace una semana, pero no damos la cosecha por salvada ni mucho menos; en muchas zonas ya sabemos que va a ser un 30% más baja que la de un año normal», subraya el secretario general de UPA, José Manuel Roche. En su opinión, todo dependerá también de la evolución de las temperaturas, que, por suerte, han dejado de ser tan altas como las de las últimas semanas. El calor y la falta de lluvias, no obstante, ya han provocado un adelanto de los cultivos de cereal de invierno (trigo, cebada y centeno).

«La cosecha no va a ser buena y hay algunas zonas en las que la situación es alarmante», indica el presidente de Asaja Huesca, Fernando Luna, que valora, al menos, la bajada de las temperaturas.

MIEDO ENTRE LOS FRUTICULTORES

Sin embargo, en el campo nunca llueve a gusto de todos. Y es que la vuelta del frío preocupa, y mucho, a los fruticultores del Bajo Aragón. «El calor ha hecho que muchos frutales y almendros adelanten su floración; si ahora llegan heladas las pérdidas podrían ser muy elevadas en estos sectores», explica Solano.

La escasez de lluvias también ha golpeado a los pastos de algunos ganaderos, pero la situación todavía no es alarmante, según Solano. Sobre todo teniendo en cuenta que el nivel en el que se encuentran los embalses de la comunidad es mucho mejor que el de la campaña anterior. Así, El Grado está al 91%, La Sotonera al 80% y Yesa al 56%.