Como cada 24 de junio, el último rayo de sol del día entró por el óculo que está situado sobre la capilla de la Virgen del Rosario, en la iglesia de Santa Ana de Brea de Aragón, e iluminó el rostro del Cristo del retablo barroco situado en esta capilla. Este efecto luminoso incide directamente en el centro del Calvario que corona el retablo mayor, un hecho que cada año acerca a muchos feligreses a contemplarlo. Según el párroco de Brea de Aragón, Javier Val, este tipo de efectos que juegan con la sorpresa y la arquitectura para causar el efectismo son muy habituales en el arte barroco, como sucede en la iglesia de Santa Ana de la localidad.