EL BUS Turístico Nocturno, servicio que el Ayuntamiento de Zaragoza pone a disposición de los visitantes que llegan a la capital aragonesa, recorrió ayer su último trayecto de la temporada. Desde el pasado 1 de julio, cientos de turistas se han subido al autobús para contemplar un total de 44 monumentos iluminados a lo largo de los cerca de 60 minutos que dura el viaje. Conocer de noche el patrimonio artístico de la ciudad es el atractivo de este servicio, que completa el prestado por el Bus Turístico Diurno. El precio del billete era de 5,50 euros. Los niños de menos de cinco años no pagaban. E. P.