Muy pocos vecinos quedan en Ricla que puedan presumir de haber escuchado alguna vez en su vida los acordes del impresionante órgano barroco de la iglesia. Los hay que insisten en que cuando eran niños sí tuvieron la oportunidad. Otros, que por edad seguro que pudieron hacerlo, no recuerdan lo suficiente. Tampoco se sabe con certeza cuándo fue la última vez que sonó, pero un pequeño sondeo entre los mayores de la población zaragozana arroja un dato parece ser que incontestable: el órgano de la iglesia de Ricla funcionó por última vez en el año 1939, con motivo de la toma de San Sebastián por parte de las tropas de Franco. Unos dicen que para celebrarlo. Otros, que para lo contrario. Y otros, que fue coincidencia.