Cada salida de un paciente con coronavirus de la unidad de cuidados intensivos se ha celebrado en los hospitales como una auténtica victoria. Hay videos que se han hecho virales, aplausos de sanitarios que han resonado en todas las casas y sonrisas entre lágrimas de los propios enfermos que han emocionado a cualquiera. Pasado el punto álgido de la pandemia, también es una victoria ahora ver cómo las ucis se han quedado prácticamente vacías en los últimos días. Un síntoma de que la crisis ha remitido.

Esta semana que ha puesto fin al mes de mayo empezó en Aragón con unos datos que decretaban que en cuatro de los ocho hospitales con uci no había ya pacientes con coronavirus. Once personas (entre el Servet, el San Jorge de Huesa, el Obispo Polanco de Teruel y el hospital de Barbastro) estaban el lunes 25 de mayo ingresadas en la uci.

El miércoles la cifra bajo por primera vez desde hace más de un mes a menos de díaz y el viernes Salud Pública notificó que eran tan solo ocho los usuarios. Además de este descenso, de las nuevas hospitalizaciones comunicadas en Aragón ninguna de ellas requirió ir a la unidad de cuidados esta semana.

El 5 de abril, récord / Los números de ahora en las ucis de la comunidad distan mucho de los que había en el periodo más álgido de la pandemia, que tuvo lugar en el mes de abril con cifras de ingresos que superaron, durante semanas, los cien casos.

El día más crítico y con más pacientes en intensivos tuvo lugar el 5 de abril, cuando 167 personas se encontraban conectadas a un respirador combatiendo al coronavirus. Según los datos del Departamento de Sanidad, la primera semana de abril fue la peor en las ucis, ya que las cifras no bajaron de 163 ingresos entre el 2 y el 8 de abril.

En aquel entonces, el peor de la crisis sanitaria en Aragón, la comunidad llegó a habilitar hasta 298 camas para garantizar una atención plena ante un escenario que pudiera ser más desalentador. Las ucis han estado plenamente dedicadas al covid, por lo que la ocupación por parte de pacientes con otras patologías graves que requerían de ellas estado entre 30 y 40 usuarios.

La comunidad superó el centenar de personas en la uci el 27 de marzo y no abandonó las tres cifras hasta el 24 de abril. El descenso de ingresos ya se venía produciendo de manera progresiva desde el 11 de abril, pero no fue hasta final de mes cuando se dejó atrás la centena. A partir de entonces, las ucis empezaron a descongestionarse y mayo ya comenzó con menos de 70 aragoneses en intensivos.

Recuperación en mayo / Sin duda, este ha sido el periodo donde las unidades han vuelto a su normalidad ya que, ante la caída de los casos de coronavirus, se ha incrementado la presencia de enfermos de otras patologías en estas camas. De hecho, los números se invirtieron el 7 de mayo, cuando se registraban 46 pacientes covid en las uci y 51 de otras patologías. Así, desde mediados de mes es una constante que haya más personas en la uci con otras enfermedades que pacientes con coronavirus.

A la caída de estos enfermos en las unidades de cuidados, en las últimas semanas también se suma la baja notificación de fallecimientos, que han remitido de manera considerable y durante muchos días no se ha decretado ninguno.

Por otro lado, la comunidad ha estado en todo momento capacitada para ofrecer recursos y camas en los hospitales en el caso de que los enfermos de uci hubieran ido a más. La ocupación (en pública y privada) nunca ha sido total y esta disponibilidad ha sido vital, también, para que Aragón haya pasado de fases en la desescalada.