El valor de un joven jacetano permitió evitar una violación el domingo por la mañana en la ciudad, y arrestar al responsable, que dormirá desde hoy en el penal de Zuera. El héroe anónimo, de 30 años, no solo impidió la agresión sexual sino que persiguió y retuvo al criminal hasta que llegó la Policía. La propia víctima, una mujer de mediana edad que iba a trabajar, avisó a los agentes del suceso.

Este tuvo lugar en torno a las seis y media de la mañana del domingo, cuando la mujer se disponía a cruzar un paso de peatones en el paseo Constitución de Jaca, camino del trabajo. Un joven de 18 años la abordó por detrás y, amenazándola verbalmente, la arrastró hasta una zona verde cercana. En el forcejeo, le tapó la boca impidiéndole respirar, y la dejó semiinconsciente.

Pero antes tuvo tiempo de gritar, y la suerte quiso que por allí pasara un joven que volvía a casa, al parecer tras una noche de juerga. Le pareció oír chillidos viniendo del parque, pero un coche que pasó justo en ese momento le hizo dudar. Aún así, se acercó a ver qué ocurría. Al adentrarse en el parque, vio al violador forcejeando con la mujer y le gritó que la dejara.

El agresor, sorprendido, escapó del lugar. Mientras, el hombre se aseguró de que la mujer estaba bien y, aunque esta le pidió que no la dejara sola, decidió perseguir al agresor, al que según fuentes policiales "no perdió de vista en ningún momento".

PERSECUCIÓN Finalmente le dio alcance frente a la universidad. El violador se revolvió, al parecer con síntomas de haber ingerido drogas o alcohol (o ambas), pero era de complexión débil y el joven de 30 años consiguió reducirle tras una breve pelea. Se quedó sujetándole en espera de que llegase la Policía para relevarle.

Mientras, la víctima de la violación frustrada, calmó los nervios lo suficiente para llamar al 091, y relató su experiencia. Al llegar la patrulla, un agente se quedó con ella y otros dos --uno a pie y otro en coche-- peinaron la zona hasta encontrar al criminal y al joven que le tenía apresado.

El violador fue trasladado al calabozo y pasó a disposición judicial el lunes, pero ayer volvió a comisaría para realizar nuevas diligencias, como una rueda de reconocimiento. Tras confirmar su identidad --no había muchas dudas, ya que su perseguidor no perdió contacto visual con él--, el juez decretó su ingreso en prisión provisional.