Pedro Oliván, liberado del sindicato OSTA por la empresa pública Sarga, trabaja en la sede del PAR en Zaragoza. No cobra del partido, sino de la sociedad que se encuentra en pleno proceso de reestructuración. Percibe una salario bruto anual de 22.365,86 euros por su puesto de administrativo, según consta en la base de datos a la que ha tenido acceso este diario.

Oliván es además uno de los patronos de la Fundación para el Desarrollo Local, vinculada con el PAR. Según fuentes del partido acude a la sede de la formación diariamente y además ha participado de forma activa en distintas campañas electorales.

TAREA A Sarga, según consta en la base de datos de los trabajadores, debería dedicar el 100% de su jornada laboral, aunque su condición de liberado sindical no le obliga a permanecer en su puesto. Su área está englobada en el ámbito de la innovación y la comunicación dentro de la sociedad pública.

Pero Pedro Oliván no es el único que trabaja en la sede del PAR sin percibir un salario del partido, sino de una institución pública. Es el caso de Juan Quílez, que es técnico de área de gabinete de la Diputación Provincial de Zaragoza. Cobra un salario bruto de 39.099,90 euros anuales.

Quílez ejerce de coordinador en la sede del PAR y es uno de los militantes más activos en Zaragoza, y presidente del Club Náutico. Además de él y de Oliván, se cuenta con un ujier, aunque en este caso, el único, sí que cobra el salario del partido. Hasta hace poco, además, trabajaba en la sede Ana Isabel Sanz, que es concejal del PAR en Épila, y que también estaba remunerada en la Diputación Provincial de Zaragoza. Puesto que ya no ocupa debido al ajuste de personal que ha efectuado la institución. Tampoco va ya a la sede, según confirmaron ayer fuentes de la formación.

Aunque desde la dirección del PAR confirmaron que Quílez y Oliván son los que se "encargan" de la sede, el coordinador, y trabajador de la DPZ, matizó este aspecto. "Nosotros no vamos a una hora fija, ni tampoco todos los días. Eso es falso. Somos los bomberos, siempre que hay algún problema acudimos", explicó.

Quílez admitió sin embargo que es el coordinador, aunque lo hace de forma "voluntaria". "Pedro (Oliván) se encarga de todo los que es la informática, pero tampoco va a la sede todos los días. Y la suerte de este partido es que no nosotros hagamos esta labor de forma desinteresada. Pero está claro que siempre hay gente dispuesta a malmeter", lamentó.

La queja de Quílez no es gratuita. El proceso de reestructuración de Sarga ha abierto una auténtica guerra interna en el PAR. Las distintas familias que conforman la formación aragonesista llevan semanas atacándose entre ellas. La razón es siempre la misma, las colocaciones a dedo que desde el partido se realizaron dentro de Sodemasa y que ahora se están destapando.

ENFADO E INQUIETUD Mientras esto sucede, el presidente del PAR, José Ángel Biel, sigue guardando silencio. Pero la inquietud y el enfado entre los miembros de la ejecutiva es creciente. "No es comprensible que desde el mismo partido se estén filtrando cuestiones que nos dañan enormemente", lamentaba ayer mismo uno de los dirigentes aragonesistas. La solución a corto plazo no es fácil. Sobre todo, tal como reconoció un director general del PAR que pidió anonimato, "porque el problema viene de lejos, de hace años. Es algo que todos sabíamos y que ahora sale a la luz pública por motivos interesados", indicó.