Además de la imprescindible ayuda voluntaria y más allá de la polémica política suscitada en torno a la gestión del accidente, la labor de los profesionales tuvo mucho que decir a la hora de borrar las huellas de la catástrofe. Una firma aragonesa, con sede en San Mateo de Gállego, adquirió un protagonismo decisivo en los meses siguientes al vertido. Una atropellada llamada de Salvamento Marítimo, el mismo día en que se certificó lo irremediable, tras el hundimiento del Prestige , puso en movimiento todos los resortes de Markleen Terra, firma especializada en la fabricación y distribución, entre otras cosas, de barreras de contención de petróleo. La empresa, fruto de un Concurso Idea del CEEI Aragón, no solo suministró al Gobierno kilómetros y kilómetros de barreras, elaboradas con poliéster y cubiertas de PVC, poliuretano o neopreno.De manera casi exclusiva, también proporcionó los skimmers necesarios -- maquinaria para recoger el petróleo que flota en el agua--, los grupos hidráulicos necesarios para estas operaciones y los carreteles --para enrrollar las barreras--. Y lo hizo en cantidades desconocidas hasta entonces para el mercado español, hasta el punto de que Fomento acabó adquiriendo material en Estados Unidos. Una filial de la firma aragonesa, Markleen Salvage

necesarios -- maquinaria para recoger el petróleo que flota en el agua--, los grupos hidráulicos necesarios para estas operaciones y los carreteles --para enrrollar las barreras--. Y lo hizo en cantidades desconocidas hasta entonces para el mercado español, hasta el punto de que Fomento acabó adquiriendo material en Estados Unidos. Una filial de la firma aragonesa, , con sede también en Tarragona, acabó aportando buceadores para los trabajos en el casco del petrolero.