La ministra de Fomento, Ana Pastor, inaugurará esta tarde la nueva carretera entre Sabiñánigo y Fiscal, que, pasando por Yebra de Basa, permitirá evitar el puerto de Cotefablo. A partir de hoy, el recorrido entre los valles del Gállego y del Ara se podrá cubrir en tan solo 20 minutos, frente a los 60 de antes. Se trata de una vía de poco más de 23 kilómetros, que forma parte del Eje Pirenaico. El ministerio calcula que, durante el primer año de su puesta en servicio, circularán por la nueva carretera una media de 2.500 vehículos al día. Cuando lo hagan, atravesarán 6 viaductos y 2 túneles, uno de ellos de 2,5 kilómetros.

La agenda de la ministra se completa con otra inauguración que, aunque tendrá lugar en la provincia de Lérida, resulta igualmente importante para Aragón: la variante de la localidad de Almacellas. Casi diezkilómetros que harán transitables ya diez de los once tramos en los que se dividió la ejecución de la A-22. Es decir, prácticamente la autovía completa entre Huesca y Lérida, a excepción de los trece kilómetros que separan la capital oscense y Siétamo, y cuyo proyecto se halla ya redactado. La A-22, demandada por agentes sociales y políticos de Huesca desde hace más de veinte años, enlaza con la A-23, entre Sagunto y Somport, y la A-21, entre Jaca y Pamplona. Sus 107 kilómetros suponen un nexo entre el Cantábrico y el Mediterráneo, y coloca a la provincia como referente estratégico.