Los locales comerciales de Zaragoza que lleven al menos tres años cerrados y en desuso podrán tener una segunda oportunidad y reconvertirse en viviendas o incluso en espacios de aparcamiento para coches o vehículos de movilidad personal (VMP). Esta propuesta del Gobierno de PP y Cs, que cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales, se ha tomado con el propósito de dar una salida a estos locales, muchos clausurados desde la crisis económica, y ante la previsión del cierre de otros tantos como consecuencia de la pandemia. Se excluye a los de las grandes avenidas, los del Casco Histórico o los de las zonas saturadas.

El proyecto todavía no es definitivo, aunque ayer en la comisión de Urbanismo salió adelante la aprobación inicial y por unanimidad de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), necesaria para cambiar los usos del suelo , algo que no es muy frecuente en el consistorio zaragozano. Ahora se abrirá un periodo de alegaciones y hasta que no se vote en el pleno no entrará en vigor. «Lo que tenía sentido antes de la pandemia ahora lo tiene pero con carácter de urgencia», resumió el titular del área, Víctor Serrano, en referencia a la actual crisis social y económica.

Habrá excepciones y muchos requisitos que cumplir para poder reconvertir los locales en pequeñas residencias. El responsable de la planificación urbanística en el consistorio, Ramón Betrán, explicó que para poder utilizar este espacio comercial como vivienda u otros usos primero habrá que acreditar que lleva tres años cerrado y sin actividad. Esto se hace para evitar la especulación y que surja un nuevo negocio en la ciudad.

EXIGENCIAS / Además, y con el ánimo de garantizar la habitabilidad de las viviendas, se ampliará la superficie mínima, ahora fijada en 37 metros cuadrados. Las ratios se elevarán de manera que si el local tiene 140 metros cuadrados y se quiere dividir en varias viviendas, cada una tendrá que tener un mínimo de 55. Si es de 100 metros cuadrados, tendrá que ser de 45. También se prohíbe que los locales tengan usos de residencia colectiva.

Otra de las condiciones que se incluyen en el expediente tiene que ver con la exigencia de elevación de la planta baja con respecto a la acera. El PGOU la fija en un metro para toda la planta calle, pero, en este caso, el consistorio ha optado por flexibilizar esta exigencia. También se regularán «unas condiciones más favorables» para los locales que se encuentran en edificios catalogados o anteriores a 1959, donde no se descarta exigir una menor elevación del forjado del suelo con respecto a la acera, siempre partiendo de la base de que se tiene que garantizar la privacidad del interior.

Esta alternativa no podrá aplicarse en todas las calles de la ciudad, y son muchas las que se han limitado o vetado. Además de porque hay zonas en las que lo prohíbe la ordenanza municipal o los planes especiales de ordenación de la actividad comercial, según el proyecto y tras un mapeo inicial que todavía tiene que perfilarse, se incluye un conjunto de avenidas, paseos, calles y plazas en as que en ningún caso se admite la construcción de viviendas en los locales. Se hace, según el proyecto, «por razones morfológicas o porque se prefiere concentrar en la vía una actividad comercial que se deterioraría si los locales pudieran ver elevado su precio por la posibilidad de dedicarse a usos residenciales».

Para concretar esta excepción se ha seleccionado un conjunto de espacios urbanos, localizados en el centro histórico y en los ensanches y barrios de la llamada primera corona, donde los técnicos municipales consideran que debería mantenerse una actividad comercial concentrada.

Para su elaboración se han basado en un estudio de la Confederación de Empresarios de Comercio de Zaragoza (ECOS) del 2016 y se han excluido aquellas zonas en las que se estima oportuno no construir nuevas viviendas en la planta baja por ser continuación de ejes principales o secundarios, ser estructurales en sus barrios, dedicarse en una parte significativa a la circulación de paso, como las grandes avenidas de la ciudad. Tampoco podrán reconvertirse los locales situados junto a discotecas, bares con música, pubs o locales dedicados a actividades molestas que podrían entorpecer el día a día de los residentes. Este catálogo podrá modificarse y adaptarse en el futuro.