Por la unidad de Adolescentes del hospital Miguel Servet de Zaragoza han pasado ya unos 200 pacientes desde que se creó, hace ahora seis meses. Sin embargo, en buena parte de los casos no ha sido necesario un ingreso hospitalario.

El trabajo de la unidad evoluciona "favorablemente", en palabras del jefe del servicio de Pediatría del centro, el doctor Angel Ferrández. El área, que se inauguró el pasado 8 de marzo, fue creada, en palabras del especialista, para "atender a estos pacientes de forma más completa, ya que en los adolescentes se multiplican los problemas. Sufren las consecuencias de las enfermedades que tienen y también las propias de la edad tan complicada por la que pasan".

Desde marzo, tres doctores y otros especialistas han visitado a unos 200 pacientes, aunque no todos han ingresado. "Aparte de los que han ocupado las cuatro o cinco camas habilitadas en la planta cuarta, la unidad también se ha encargado de evaluar a aquéllos con necesidades primarias enviados después a sus casas", comentó Ferrández.

MUCHO POR MEJORAR En este medio año se han cumplido muchas de las expectativas que se tenían, pero el promotor de esta idea cree que la unidad "va poco a poco", lo que es bueno para que los fallos "se puedan evaluar más detenidamente".

Según el especialista, los servicios "han mejorado mucho", porque, aparte "de la buena medicina que se hace en el centro", que haya una parte especializada en la adolescencia se ha traducido "en una mejora ascendente de la atención y la curación de estos pacientes".

Sin embargo, desde la unidad se reclama que se haga más "hincapié, sobre todo, en los aspectos psicológicos y psiquiátricos, porque, aunque estaba previsto que hubiera un psicólogo, todavía no lo hay". Este aspecto no es el único que se pretende mejorar, ya que las instalaciones "aún no están completamente adaptadas". Se quiere adecuar algunas zonas del hospital, "como quirófanos y camas, especialmente para aquellos niños que aunque tienen 15 años ya miden casi dos metros".

La unidad, por el momento, atiende a pacientes de entre 10 y 20 años que tienen dolencias crónicas como diabetes, malformaciones y problemas internos. También asisten a quienes padecen trastornos típicos de la adolescencia como hirsutismo --vello excesivo--, intentos de suicidio e incluso embarazos. La tercera parte de la unidad es la de transferencia, una preparación del paciente joven para el paso a la edad adulta.

Ferrández dijo que dentro de dos o tres años la calidad de esta unidad se igualará a la de los otros dos centros dedicados a esto en España.