El campo de maniobras de San Gregorio se ha transformado durante toda esta semana y parte de la anterior en la isla de Saracusta, un territorio ficticio en el que la Brigada Aragón ha podido adiestrar conjuntamente, por primera vez, a unos 2.000 efectivos de todas las unidades que integra, acuarteladas en Zaragoza, Jaca, Barcelona y San Clemente Sasebas, en Gerona. Durante ocho días, las unidades que desde hace un par de semanas están al mando del general José Luis Sánchez Martínez-Falero realizaron prácicas para su «cohesión» en este ejercicio, bautizado como Isla Mínima.

Según explicaba el general, las unidades cuentan ya con el adiestramiento necesario, pero este ejercicio tenía el valor de ser el primero que las reunía a todas, de cara a sus futuros compromisos internacionales. Este «reto» de la unión será útil cuando, en noviembre del 2018, tengan que comenzar a prepararse para asumir, en mayo del 2018, el relevo semestral de la misión de la ONU en Líbano, para el control de parte de la blue line, la frontera con Israel.

El Báltico

Por el momento esta es la primera misión internacional que asumirá con el pabellón de Aragón la nueva brigada, creada en enero, que por otro lado cuenta con una amplia experiencia previa de las unidades que la han conformado, desde la extinta brigada de caballería Castillejos II hasta el Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64 de Jaca.

Pero el general no descartaba que antes o después les llegue la orden de relevar a las tropas españolas que están participando en la misión especial de la OTAN en Letonia, que requirió la ayuda de la Alianza ante el temor de una invasión rusa. «Estamos preparados para ello», afirmó el general.

Para afinar estas preparación, en San Gregorio se realizó este ejercicio de cohesión entre las variadas capacidades con las que cuentan las brigadas polivalentes con la última reorganización del Ejército de Tierra, como es el caso de la Aragón.

Así, pudieron entrenar -y exhibir ante los medios- la deteccón de un enemigo cercano con ayuda de un pequeño dron con cámara, un UAV, que permite guiar a la artillería, autopropulsada o remolcada, con la que cuenta la brigada. También mostraron las capacidades de las tropas de Montaña para desplegar en vuelo desde un helicóptero, o el potencial de los carros Leopard o los vehículos Pizarro.

La brigada está preparada para asumir misiones en solitario, por lo que también cuenta con efectivos de Policía Militar, que mostaron cómo los perros de ataque y de detección de explosivos se las ven con posibles terroristas suicidas. Y los técnicos de desactivación de explosivos y equipos NRBQ (emergencia Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química) neutralizaron un proyectil sospechoso, también frecuente.

El ejercicio fue, asimismo, la primera toma de contacto en una práctica conjunta de las unidades catalanas, que se han transformado de tropas de montaña a mecanizadas, ya a punto de recibir todos los vehículos Pizarro. Según explicaba el capitán Costa, el cambio ha supuesto «un reto para mostrar nuestra flexibidad».