Investigadores del Instituto de Investigación en Ingeniería (I3A) de la Universidad de Zaragoza trabajan en el desarrollo de una App en teléfonos móviles que pueda ayudar en el diagnóstico precoz de casos de covid-19, que permitiría identificar posibles afectados con síntomas leves, antes incluso de tener fiebre, y asintomáticos.

Desde hace casi tres años, el doctor Jesús Lázaro, con la supervisión del profesor Pablo Laguna, ambos investigadores del I3A, trabajaban en el proyecto europeo Wecarmon para el desarrollo de un sistema ambulatorio que permitiera monitorizar el ritmo cardiaco y respiratorio de pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Clínica (EPOC) y así controlar y predecir episodios de agravamiento de la enfermedad.

La pandemia del coronavirus les ha llevado a reconducir temporalmente su objetivo, con el visto bueno de la Comisión Europea, y buscan así soluciones para el diagnóstico precoz de la covid-19. Ahora, el trabajo realizado para pacientes con una enfermedad respiratoria como la EPOC podría servir para la detección precoz de personas con síntomas de coronavirus, antes incluso de tener fiebre, pero también para asintomáticas, ya que es conocida la rápida variación de estos parámetros en los estadios iniciales de otras afecciones respiratorias.

Utilizarán para ello estos parámetros cardiacos y respiratorios, marcadores indirectos del sistema nervioso autónomo y, por lo tanto, sensibles a la respuesta del sistema inmune, potencialmente ayudando a identificar antes posibles casos de covid-19.

Lázaro se ha reincorporado a la Universidad de Zaragoza tras una estancia de dos años en la Universidad Connecticut en Estados Unidos y, junto a Pablo Laguna, forma parte del grupo de investigación BSICoS del I3A. Esto ha permitido que el proyecto Wecarmon se beneficie de la colaboración con otros dos investigadores del grupo, la doctora Raquel Bailón y el doctor Eduardo Gil, que también han decidido reconducir sus líneas de investigación.

Lázaro explica que la aplicación sobre la que trabajan permitiría «hacer una preselección de personas con riesgo. En un teléfono móvil se podrían medir todos estos marcadores del sistema nervioso autónomo». Tienen ya los algoritmos desarrollados para otras plataformas, y queda por completar su alojamiento en una App usando la tecnología de las cámaras y la luz del flash de los móviles, de una forma similar a otras aplicaciones que miden el ritmo cardiaco u otros parámetros.

Un cambio repentino en la variabilidad del ritmo cardiaco o un aumento de la frecuencia respiratoria podrían dar una alerta sensible y temprana, para recurrir a otros test más específicos de diagnóstico de covid-19, disminuyendo el tiempo de latencia, que se ha mostrado «tristemente clave» en esta pandemia.