Ya para empezar tenía un nombre curioso: Universidad Sertoriana de Huesca. Pero , ¿de dónde viene esa denominación? Este nombre no le fue otorgado desde el principio por Pedro IV, pero las autoridades oscenses se lo acabaron dando para aludir a una tradición educativa en la capital oscense que se remontaba en el tiempo hasta la primera mitad del siglo I a.C. Hablamos de tiempos de Roma y, más concretamente, del periodo de guerras civiles que acabaron por derruir el sistema republicano romano. En este periodo destaca un personaje, Quinto Sertorio, un prestigioso político y militar romano que se opuso a la dictadura y a las persecuciones de Lucio Cornelio Sila.

Una vez que Sila ganó la guerra civil, Sertorio decidió marchar a Hispania y allí hacerse fuerte contra la Roma de Sila para, quizás un día, regresar a Italia y derrocar al dictador. Sertorio dominó un vasto territorio en la península ibérica, pero sería en la ciudad de Osca (Huesca), donde instaló su cuartel general con una especie de senado al estilo romano y donde fundó un centro de estudios, la Academia de Latinidad, para formar a sus seguidores. Con esta escuela se formaba a los hijos de las élites romanas que le habían acompañado en el exilio pero también a los hijos de los aristócratas íberos y celtíberos que se aliaron con Sertorio. Por una parte, esa educación “a la romana” que recibían aceleró el proceso de romanización de las gentes que por aquí vivían, pero por otro lado también era una manera de tener como una especie de rehenes a los hijos de los líderes indígenas y evitar que estos traicionaran a la causa de Quinto Sertoio.

Siglos más tarde, a esta academia sertoriana hizo referencia el nombre de la universidad medieval oscense, para así mostrar al mundo la tradición educativa milenaria de la que hacía gala. Por supuesto, huelga decir que la Academia de Sertorio no sobrevivió a este, quien acabó traicionado y asesinado por uno de sus hombres y que ambas instituciones, la Academia y la universidad, nada tenían que ver la una con la otra.

La universidad oscense tuvo unos difíciles comienzos, pues su creación iba en contra del edicto de Jaime II que tras la fundación de la Universidad de Lérida en el año 1300 prohibió nuevas entidades del mismo estilo en los territorios de la Corona de Aragón. Por ello, Lérida se opuso fuertemente a la aparición del centro de estudios oscense y ambas universidades se negaron mutuamente el reconocimiento de sus grados de estudios. Cosas de la competencia.

La universidad oscense comenzó especializándose en estudios de Teología, aunque poco después se incluyeron estudios sobre Derecho, Medicina y Filosofía. Con el tiempo, ocupó parte de las dependencias del antiguo palacio real de Huesca, en el que actualmente se encuentra el Museo Provincial cuyas colecciones son de obligada visita. Recibió un gran impulso cuando se inauguró su primer Colegio Mayor, el Imperial de Santiago, al estilo de lo que ya hacía la gran Universidad de Salamanca, el referente universitario por aquél entonces en los reinos hispánicos. La Universidad Sertoriana fue alternando periodos de impulso con otros de cierta decadencia.

Muy dura fue la oposición que hizo en contra de la Universidad de Zaragoza en el siglo XVI, pues no quería un nuevo centro que le quitara protagonismo dentro del Reino de Aragón. La institución zaragozana fue fundada por orden del emperador Carlos V en 1542, aunque aún tardaría la friolera de 40 años en ponerse en funcionamiento. De la misma forma que anteriormente las universidades de Huesca y Lérida no se reconocieron la una a la otra los títulos que en ellas se podían conseguir, esto mismo ocurrió entre Huesca y Zaragoza.

Ya a mediados del XIX, las reformas administrativas y educativas que estaba llevando a cabo el liberalismo en España provocaron el cierre de la Universidad de Huesca en 1845, y aunque hubo algún intento para su reapertura, no se logró el éxito esperado y la falta de fondos económicos precipitaron el cierre definitivo de una institución con siglos de historia. Hoy en día la ciudad de Huesca tiene campus universitario, pero este pertenece a la Universidad de Zaragoza dentro de su política de deslocalización.