La reducción en un 7% del precio de las tasas para este curso aprobada por la Universidad de Zaragoza no es suficiente para los alumnos. De hecho, el sindicato con mayor representación en el campus, Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU), presentó una moción en el claustro celebrado el mes pasado en la que reclama una nueva reducción de las tasas de matrícula que alcanzaría el 10%, así como un descenso en el número de grados de experimentalidad a uno, el más bajo en la actualidad.

«No creemos que la elección de grado deba estar condicionada por las tasas que se tengan que pagar en función de lo que estudies en una universidad que debe dar el mismo número de oportunidades a todos», expuso EDU en una moción que, aunque fue aprobada, no obliga a la universidad a su ejecución. De hecho, se podría decir que la aprobación tiene carácter simbólico, ya que las propuestas de los estudiantes están sujetas a la voluntad del equipo de dirección de la institución académica.

A MEDIO PLAZO // En cualquier caso, los universitarios insisten en solicitar un nuevo descenso del precio de la matrícula con el objetivo «a medio plazo» de que el coste de las tasas vuelva a ser el del 2010. «En tres años, el precio subió un 16% y, aunque sabemos que la reducción aprobada para este curso ha supuesto una merma considerable en los ingresos propios de la universidad, creemos que no tiene sentido que estudiantes de la misma universidad y con los mismos derechos y deberes afronten unos costes de matrícula tan diferenciados entre ellos», reitera EDU.

En este sentido, el colectivo expone que estudiar una carrera con el grado más alto de experimentalidad (aquellas con los créditos más caros en función del número de profesores necesarios para impartir docencia), como Medicina o Arquitectura, supone un desembolso de 1.403 euros, mientras que aquellos grados con menor experimentalidad exigen el pago de 822. «Una diferencia de 581 euros que, si lo calculamos en los grados de mayor duración, indica que un estudiante está pagando casi 3.000 euros que su compañero de universidad para obtener la titulación», subraya el sindicato.

Por ello, EDU propone que la postura del Consejo de Dirección en el Consejo Social y ante el Gobierno de Aragón, «que es quien finalmente aprueba los precios públicos», sea la de «tener un solo grado de experimentalidad con el precio de nuestro actual grado 4, es decir, 13,70 euros el crédito», concluye la moción.

Pero parece poco probable que la petición sea ejecutada por la universidad. Porque, por primera vez en los últimos 20 años y después de tres años con los precios públicos congelados y de un aumento del 15% en la anterior legislatura, se acaba de rebajar el coste de estudiar un grado universitario.

EL COSTE

La medida aplicada ahora supone que la reducción sea mayor -hasta el 9,5%- en las titulaciones de mayor experimentalidad. De este modo, un crédito de un precio de 20,15 euros ha pasado a 18,74, lo que rebaja el coste de la matrícula de carreras como Arquitectura o Medicina de alrededor de 1.550 euros a 1.400.

Asi, se ha conseguido abaratar el coste de las carreras más caras, cuyo precio era de los más elevados del país. Sin embargo, esa histórica reducción de tasas apenas ha repercutido en el precio de los grados con nivel de experimentalidad 4,5 y 6 -aquellas con el coste del crédito más barato- que ya eran de los más bajos del país, por lo que, en estos casos, la reducción es casi simbólica -entre el 0,5% y el 1,5%-. De este modo, la rebaja es progresiva en función de la experimentalidad, que también ha reducido sus niveles de seis a cuatro.

Según el informe presentado recientemente por el Observatorio del Sistema Universitario (OSU), la mayor distancia de precios dentro de una comunidad entre diferentes carreras se daba en Cataluña (856 euros), seguida de Castilla y León y Aragón -antes de la rebaja de tasas- con una diferencia de 791 euros y 724 euros, respectivamente.