La docencia del curso 2020-2021 en la Universidad de Zaragoza se desarrollará de manera presencial, en las aulas dedicadas a la teoría, con 1,5 metros de separación entre estudiantes, y el uso del streaming como instrumento de apoyo, mientras que en las clases prácticas en laboratorios, donde es difícil esa distancia, todo el personal deberá llevar mascarillas.

Estas son algunas de las directrices que ha aprobado este lunes el Consejo de Gobierno de la Universidad para el próximo curso en el que la programación de los distintos departamentos estará supeditada a la planificación de espacios.

En el caso de las clases prácticas se recomienda la ocupación mínima del laboratorio que sea compatible con el desarrollo de la docencia, mientras que las prácticas externas se llevarán a cabo cumpliendo con las exigencias y reglas preventivas de protección de la salud previstas en la institución o empresa donde se desarrollen, ha informado la Universidad de Zaragoza.

Una vez que Salud Pública autorice el acceso del alumnado de la rama de la Salud Humana a los centros sanitarios, así como a algunas prácticas en sus centros respectivos en las que sean necesarias maniobras que exijan el contacto físico, el estudiantado irá protegido de la misma manera que los profesionales que imparten la práctica clínica.

Además, las prácticas en centros educativos se podrán recuperar, cuando lo permita la Consejería de Educación, y la Universidad recomienda anticipar en lo posible las actividades esencialmente presenciales que tengan más riesgo de ser suspendidas en caso de alarma sanitaria y cierre de las instalaciones, empresas e instituciones donde deban ser realizadas.

El Consejo de Gobierno ha determinado además que cuando haya una multiplicidad de grupos o subgrupos, algunos de ellos podrán programarse de forma telemática con el fin de proteger la situación de los colectivos de riesgo y promoviendo que formen estos grupos los alumnos sin problemas de conectividad.

De forma excepcional, un centro podrá extender más la docencia en internet, garantizando que el estudiantado con problemas de conectividad disponga de un espacio donde recibir esta docencia y la Universidad garantizará que el profesorado pueda impartir clases telemáticas desde su despacho o instalaciones universitarias adecuadamente dotadas.

Con respeto a las tutorías y la dirección de trabajos, se realizarán preferentemente a distancia, aunque la evaluación se planificará preferentemente de manera presencial y con recomendación de la evaluación continua, "ante la contingencia de un posible cambio de escenario".

El Consejo de Gobierno asegura que los centros y departamentos de la Universidad planificarán la docencia "previendo la eventualidad del cierre" de las instalaciones universitarias a los efectos de la docencia.

Asimismo, con el fin de favorecer la coordinación en equidad de condiciones para todo el alumnado y afrontar sus problemas de evaluación, se deberán organizar las asignaturas con varios grupos y/o impartidas por varios departamentos o áreas de conocimiento de forma que queden garantizados los mismos contenidos tanto en la docencia presencial como en la alternativa, según las directrices aprobadas este lunes.

Se han acordado además acciones reforzadas de formación en las tecnologías necesarias para la docencia y que se pueda adaptar el Plan de Ordenación Docente a las particularidades de la docencia durante el próximo curso.

Por otra parte, el Consejo de Gobierno ha aprobado una Oferta de Empleo Público, de 23 plazas de catedrático de universidad, de promoción interna.

La oferta tiene carácter parcial y es independiente de la oferta de empleo público a turno libre. También se ha aprobado la segunda fase de la OPE, parcial, para el año 2020, de profesorado titular o contratado doctoral, que incluye 36 plazas. Y se ha dado luz verde a las bases para la reposición de las bajas sobrevenidas (por jubilación o fallecimiento) de profesorado con vinculación permanente para el curso 2020-21 generadas en relación con la crisis sanitaria.