Después de varios años de pleitos judiciales con el Ayuntamiento de Zaragoza, el edificio Aura, que alberga la famosa discoteca Supernova, ha conseguido zanjar este episodio y regularizar su situación. La Gerencia de Urbanismo aprobó ayer conceder la licencia de actividad y medioambiental que le permiten mantener abierto su restaurante y discoteca.

El origen del conflicto se remonta al 2017 con Zaragoza en Común al frente del Gobierno de la capital aragonesa. Para entonces ya hacía cuatro años y medio que se había inaugurado el complejo de ocio, pero la Gerencia de Urbanismo denegó la licencia de funcionamiento en el edificio para la actividad de instalaciones deportivas, club social y servicio de restauración. El que era responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, de ZeC, denunció que el consistorio cedió el suelo durante 75 años al Centro Deportivo Helios para construir un equipamiento deportivo, no una sala de fiesta.

La concesionaria decidió recurrir la decisión adoptada en la Gerencia de Urbanismo y solicitó la cautelarísima para poder seguir con el establecimiento abierto hasta que hubiera una sentencia en firme, que fue aceptada por el perjuicio económico que les podía acarrear suspender la actividad temporalmente.

Después de dos años de batalla judicial, una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Zaragoza anuló en parte la decisión municipal de denegar la licencia de funcionamiento al admitir el uso de la sala de fiestas. El texto admitía que existían «discordancias o deficiencias» que adquirían la categoría de modificaciones sustanciales sobre lo autorizado en su día, pero abrió la vía a los promotores del edificio para aportar el proyecto de obras y de actividad y lograr la legalización.

Los promotores volvieron a redactar el proyecto, incluyendo todos los espacios actuales, y la Gerencia de Urbanismo, ahora dirigida por el liberal Víctor Serrano, aprobó ayer otorgar la licencia de actividad zanjando así otra polémica del pasado.