El arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, ha denunciado hoy la vigencia de una economía de la exclusión y de la "inequidad", que ha atribuido a la "nueva idolatría" del dinero.

En sus reflexiones que publica la hoja pastoral correspondiente al domingo 23 de febrero, Ureña destaca los avances registrados en los ámbitos de la salud, de la educación y de la comunicación, pero alerta de la emergencia de "patologías funestas" en las que impera "la ley del más fuerte, a tenor de la cual el poderoso se come al más débil".

Denuncia el arzobispo de Zaragoza que en este contexto, el débil "se ve no sólo explotado, sino también desechado, excluido de la sociedad" y "reducido a la penosa condición de individuo 'sobrante'" y "lo peor" es que en esta situación "miramos a otra parte".

Para Ureña, la causa de esta economía es "la nueva idolatría del dinero" y de una "dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humanos".

Según el prelado, "elevado a la categoría de Dios", el dinero es "absolutizado" y, en vez de servir, "gobierna", situación a la que se suma "el triunfo de las ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera", así como "una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta que han asumido dimensiones mundiales".