El uso de la línea de tren de Cercanías de Zaragoza repuntó ligeramente el año pasado, alcanzando los 281.049 pasajeros entre sus seis estaciones (Miraflores, Goya, Portillo, Delicias, Utebo y Casetas), lo que supuso un aumento del 2,1% respecto a los 275.257 del 2018. Casi 6.000 usos más, que sin embargo lo mantienen por debajo de la barrera de los 300.000 clientes que llegaba a alcanzar hace apenas un lustro, cuando aún se mantenía el efecto de la estación Goya, inaugurada en el 2012.

Esta, en cualquier caso, sigue siendo la más utilizada de la línea, con diferencia. Más de un tercio del total de viajeros, 112.986, la utilizaron, a bastante distancia de la segunda, Utebo, que quedó con 79.131. Delicias, con 33.087, fue la tercera más utilizada.

Por títulos de transporte, según datos de Renfe, el más habitual fue el bonotren, con 131.930 usos, seguido del billete sencillo, con 58.958 vendidos.

La línea zaragozana sigue figurando entre las menos utilizadas de España, y según un estudio de Fomento de hace dos años, apenas un 9% de su capacidad es aprovechada. Las causas son múltiples, aunque sus tarifas, poco competitivas respecto al bus, o el tranvía en el ámbito urbano, parecen estar entre las principales. En la ciudad, las nuevas modalidades de transporte, como el patinete eléctrico o las bicicletas de alquiler, también han podido contribuir a esta merma de usuarios.

El servicio no corre peligro, ya que es público y la operadora ferroviaria lo asume a nivel nacional, pero eso no significa que no haya proyectos para dotarlo de mayor rentabilidad. Renfe ha descartado hasta ahora las propuestas del Gobierno de Aragón que requerirían de cierta inversión, como prolongar su servicio hasta Huesca o convertirlo en una especie de metro ligero en la periferia. Pero al menos se abre a estudiar la integración de tarifas con otros medios de transporte para hacerlo más deseable.

Avanza la unión tarifaria con tranvía y bus

La unión de tarifas entre el cercanías, el tranvía y los autobuses que prestan servicio en Zaragoza y su entorno, fundamentalmente Utebo y el barrio de Casetas, está más cerca. Renfe mostró su disposición a acometerla en una reunión mantenida esta semana por varios de sus responsables con el director general de Transportes de la DGA, Gregorio Briz, y el del Consorcio de Transportes del Área de Zargoza (CTAZ), Juan Ortiz, con el objetivo de lograr una tarifa unitaria de 0,76 euros por viaje.

La iniciativa ya se abordó en otra reunión en febrero del año pasado, pero la interinidad del Gobierno central en un acuerdo a tantas bandas prácticamente paralizó los avances, que se retomaron en el encuentro de esta semana. La operadora ferroviaria tramitará ahora el análisis de los cambios técnicos necesarios para hacer compatible su sistema con la tarjeta Lazo y la Ciudadana, así como el análisis del tráfico de viajeros, por si le sale a cuenta la rebaja. Todo hace indicar que sí, ya que los viajeros actualmente se ven disuadidos del uso del cercanías por sus poco competitivas tarifas respecto a las otras alternativas de transporte.

Según explicó el director del CTAZ, actualmente la tarifa del tren es de 1,80 euros, que se queda en la mitad con un abono como el de 10 viajes. Pero la de las líneas de bus con Utebo y Casetas sigue siendo más barata, de 0,76, y el tranvía y bus también tienen precios más competitivos. La idea es que, primero con la tarjeta Lazo y luego con la Ciudadana, el tren costase lo mismo que el bus en el ámbito periurbano, y mantuviese la intermodalidad (gratis) que ya tiene el bus con los transportes de la ciudad. Y en la capital también, de forma que el viaje entre Miraflores y Delicias (con Goya y el Portillo) también fuese equiparable al del tranvía, lo cual podría ser demandado para la estación y los eventos en el Príncipe Felipe.

Gregorio Briz señaló que la colaboración con Renfe busca poder aumentar el número de opciones de transporte de manera más cómoda, con la tarjeta habitual y una tarifa unitaria. El aumento de usuarios redundaría además en el cuidado del medio ambiente, destacó.