Investigadores de la Universidad de Zaragoza y de Exeter (Inglaterra) han descubierto una posible conexión entre la microbiota, o flora intestinal, y la depresión y el estado emocional.

La institución académica ha informado hoy en una nota de prensa del hallazgo, recogido en la revista científica Plos One, de que la proteína TLR2, un sensor de la flora intestinal, regula el transporte de serotonina, uno de los mecanismos en las enfermedades neurológicas e inflamatorias intestinales.

La investigación, que se llevó a cabo en células y ratones y fue realizada en los laboratorios de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, ha demostrado cómo la activación de la proteína TLR2, el principal elemento que reconoce los cambios en la cantidad y calidad de la flora intestinal, condiciona los niveles disponibles de serotonina.

"Este trabajo nos abre nuevos horizontes en el complejo universo de este órgano olvidado: el microbioma. Aún queda mucho por estudiar pero este trabajo puede mejorar nuestra comprensión sobre la conexión entre el intestino y el cerebro a través de la microbiota", ha señalado el profesor de la facultad de Veterinaria zaragozana José Emilio Mesonero.

Para la investigadora aragonesa que trabaja en la Universidad de Exeter y principal autora del trabajo, Eva Latorre, este nuevo hallazgo ayudará a comprender mejor un área de investigación en auge.

Según Latorre, se ha demostrado que la proteína TLR2 "altera la disponibilidad de la serotonina", un neurotransmisor importante en una amplia gama de dolencias, desde la depresión hasta la enfermedad inflamatoria.

No obstante, la investigadora ha matizado que la investigación todavía se encuentra en sus primeros estadios y que es necesario entender "mucho más" sobre la relación existente entre la microbiota en el intestino y cómo interactúa antes de que se puedan transformar estos conocimientos en tratamientos efectivos.

El hallazgo surge mientras científicos de todo el mundo trabajan para comprender las interacciones complicadas entre la microbiota en el cuerpo humano y el impacto que tienen en la salud, como el reciente trabajo de científicos en California en el que encontraron evidencia de que las bacterias en el intestino juegan un papel en el origen de la enfermedad de Parkinson.

Además, este nuevo hallazgo explicaría por qué la administración de determinados medicamentos como corticosteroides o antibióticos favorece el desarrollo de algunos trastornos neurológicos.