Pedro Santistevesiempre dice que la oposición está jugando al «desgaste». Da igual de qué tema se trate que en el Ayuntamiento de Zaragoza siempre se forma bronca. Los grupos municipales, sin distinción, han criticado al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) de cerrar las puertas de la casa consistorial en lugar de abrirlas de par en par, como prometieron. En parte, esta «bunquerización» de la que hablan es lo mejor que puede hacer una corporación que se dedica a tensar el ambiente hasta tal punto que los insultos y las descalificaciones protagonizan las sesiones plenarias que, a partir de ahora, se desarrollarán en clave electoral en un «ambiente endemoniado».

Agosto debería servir para parar, reflexionar -verbo muy citado y poco utilizado- y calmar las aguas. Pero si esto no ha sucedido en los tres años anteriores, es poco probable que vaya a suceder el milagro con las primarias a la vuelta de las vacaciones. «Solo va a ir a peor», dicen todos por los pasillos.

El PSOE pasará el examen pronto, en septiembre, igual que CHA, que igual lo retrasa a octubre. ZeC va a tratar de retrasarlas en el tiempo al máximo. Entre sus filas dicen que no pueden despistarse en temas de partido porque tienen que gobernar hasta el último minuto y antes de que termine el año porque las elecciones, que se celebrarán en mayo, se convertirán en las protagonistas en cuanto den las campanadas de año nuevo y los candidatos comiencen el tour electoral. En el PP todos esperan a que Pablo Casado anuncie el nombre del candidato a la alcaldía, el más que posible Jorge Azcón, salvo cambios poscongreso. Y en Ciudadanos (Cs) las primarias se celebraran en enero.

Mientras cada partido resuelve sus asuntos internos, la ciudad seguirá demandando mejoras. El equipo de Santisteve tiene claro que tiene que escenificar que siguen gestionando así que se espera una intensa agenda de inauguraciones, presentaciones de proyectos, de borradores que se convertirán en futuros proyectos y de promesas.

El Mercado Central va a seguir siendo su máxima, ya que es la única gran obra que ZeC ha sacado adelante. Se prevé que el alcalde y sus concejales de Urbanismo y Vivienda,Pablo Muñoz y Pablo Híjar, respectivamente, sigan colocándose el casco de obra para visitar todos aquellos rincones en los que haya una máquina, para lo que acelerarán todos los proyectos. Para ello tirarán de los presupuestos participativos, programados de manera que las obras comenzarán en año electoral, al menos las de los distritos.

El Gobierno quiere intensificar su agenda a pie de calle y entre sus preocupaciones no se encuentran las ordenanzas o los presupuestos. En el primer caso, porque la propuesta de este año apenas variará las actuales tasas y en el segundo porque hay remanente para poder seguir ejecutando pequeñas cosas, por aquello de cumplir con el urbanismo de las cosas sencillas.

Todas sus previsiones pueden dinamitarse si el Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza sentencia que Santisteve y sus concejales «prevaricaron» en su gestión de la sociedad de Ecociudad aunque, antes de que eso suceda, también les perjudicaría la foto de todos los miembros del Gobierno declarando en los juzgados.

Los grupos, una vez superen sus problemas internos, pulsarán el botón de reinicio para comenzar a disparar sus propuestas (electorales) y el desfile de los candidatos. Será clave el debate del estado de la ciudad, que se convertirá en un escaparate preelectoral.

La unidad de la oposición que provocó Santisteve con su golpe a las sociedades se diluirá poco a poco. Ni PP ni PSOE se pueden permitir una foto conjunta. Todo podría cambiar si Pedro Sánchez recurre ante el Constitucional el artículo 14 de la Ley de Capitalidad que utilizó Santisteve para expulsarles de los organizamos y que obligaría al alcalde a dar marcha atrás.