Aragón ha avanzado algo en la desestacionalización, pero aun así el mes de agosto es el que registra, con ventaja, el mayor índice de ocupación en hoteles, cámpings, casas rurales y apartamentos turísticos, de alquiler y en propiedad.

Con todo, un sector de la población escapa a esta tendencia. Una parte considerable de los aragoneses que viajan al extranjero eligen otras épocas para salir del país, buscando precios más asequibles, escapando de la canícula o huyendo de las multitudes.

Pero los destinos interiores se resisten a ese cambio de hábitos vacacionales. Los hoteleros, comerciantes y dueños de bares y restaurantes de las localidades turísticas lo saben muy bien. En cuanto acaba agosto, llega un bajón general. Desciende la circulación en las carreteras, sobran mesas en las restaurantes y los clientes llegan más espaciados a las tiendas.

"Con la vuelta de los niños al colegio, la actividad va bajando hasta el Pilar y otros puentes, en que vuelve a subir", apunta Pedro Marco, de la Asociación de Empresarios de la Jacetania, una comarca en la que la existencia de miles de apartamentos garantiza cierta afluencia a lo largo de todo el año.

GRUPOS ORGANIZADOS Septiembre, sin embargo, no es un mes perdido para el turismo. Como señala Marco, este mes es el de los grupos organizados (muchos de personas mayores), el de las familias sin hijos y el de los circuitos.

Eso no impide, en su opinión, que la comarca de Jaca asista a un crecimiento de la estacionalidad en agosto, un fenómeno del que no se libra ningún valle pirenaico. "En septiembre se notará una bajada de visitantes", afirma Lorena Sánchez, de la Asociación Turística del Valle de Tena.

Lo que baje depende del factor tiempo. "Si salen buenos días, se trabajará más, pero lo normal es que sea un mes tranquilo", añade Sánchez. En su opinión, no es fácil prever cómo responderá este año el turismo de septiembre porque "existe una tendencia muy marcada a hacer las reservas de habitaciones con muy poca antelación".

Los clientes aguardan hasta el último momento y, en función del tiempo, deciden si salen unos días de vacaciones o se quedan en casa. Claro que, como señala la responsable de la entidad tensina, el hecho de que muchas familias y parejas opten cada vez más por fragmentar las vacaciones está ayudando a que septiembre registre niveles de ocupación aceptables.

LUGARES LEJANOS Las agencias de viajes, por otro lado, sí notan que "la desestacionalización funciona", en palabras de Santiago Gracia, que trabaja para Politours en Zaragoza. "Es verdad que la gente se pone en contacto con nosotros a última hora, pero este septiembre se están vendiendo bien viajes a destinos lejanos, como Canadá o Tailandia", señala. En el caso del primer país, se puede elegir entre la costa este y la oeste, aunque también se pueden combinar las dos en un periplo de tres semanas.

"Nada más hay que darse una vuelta por los polígonos industriales de Zaragoza para ver que en agosto están activas muchas empresas, lo que permite que sus empleados puedan irse de vacaciones antes y después de ese mes", comenta Gracia.

Agosto también ha sido bueno, en su opinión, para los viajes al extranjero. Destinos como los anteriores, además de China y Europa, "se han vendido bien", de tal forma que el mes que termina ha supuesto una actividad "normal". En particular, los cruceros fluviales ha sido un producto muy demandado y se consolidan como una nueva forma de hacer turismo.

Parte del éxito que cosechan las agencias de viajes se debe, según el responsable de Politours, a que "ha habido gente que se ha llevado sorpresas desagradables en salidas contratadas en internet, con cancelaciones inesperadas en los vuelos de bajo coste".