Aragón va camino de convertirse en un referente en la lucha contra el alzhéimer. La vacuna que está desarrollando la firma zaragozana Araclon Biotech, liderada por el doctor Manuel Sarasa, ya ha comenzado la fase clínica con su ensayo en humanos. En concreto, las pruebas empezaron en el mes de enero con cinco pacientes y, aunque los resultados no se conocerán hasta el próximo año, ya se sabe que no ha habido "ningún efecto adverso". Así lo aseguró durante la inauguración de la nueva sede de la empresa en vía Hispanidad el doctor Sarasa, que eludió dar una fecha para que la vacuna esté en el mercado. "Es difícil saber cuándo estará finalizada", puntualizó.

Con todo, el científico aragonés aseveró que el objetivo principal de Araclon Biotech, participada mayoritariamente por el grupo catalán Grifols, es "erradicar el alzhéimer". Unas palabras que dan esperanza a las más de 500.000 personas que luchan día a día contra esta enfermedad en España (unas 25.000 de ellas en Aragón).

Según explicó Sarasa, la vacuna ya ha pasado la fase de experimentación animal y en septiembre del 2013 la Agencia Española del Medicamento autorizó las pruebas en humanos. Una etapa en la que se analizará la tolerancia al producto, no su efectividad. Para ello, se inyectará la vacuna en un total de 24 personas: 16 pacientes diagnosticados de alzhéimer y ocho que reciben placebo. Esta primera fase se va a desarrollar en Barcelona, pero las próximas etapas permitirán ensayar con numerosos pacientes y Aragón cuenta con muchas opciones de figurar entre las comunidades en las que se aplicará la prueba.

DIAGNÓSTICO PRECOZ Además de en esta línea de investigación, los 28 trabajadores de Araclon Biotech también trabajan en la validación de un kit de diagnóstico temprano del alzhéimer, basado en la detección de niveles de proteínas que circulan por la sangre y que provocan la enfermedad. Actualmente, el diagnóstico se produce en fases muy avanzadas del alzhéimer, por lo que estos kits podrían jugar un papel clave en la lucha contra esta enfermedad. En cualquier caso, estos kits llegarán al mercado antes que la propia vacuna.

Durante la inauguración de las nuevas instalaciones de Araclon --a la que asistieron entre otros la presidenta Luis Fernanda Rudi, el alcalde Juan Alberto Belloch y los consejeros Francisco Bono, Arturo Aliaga y Ricardo Oliván--, Manuel Sarasa subrayó que para acabar con el alzhéimer será necesaria la ayuda de "todos". "Médicos, farmacéuticas, políticos...todos deberán poner de su parte", señaló Sarasa. En este mismo sentido, el presidente de Grifols, Víctor Grifols, reclamó "más sensibilidad" a los gobiernos con la enfermedad.

No hay que olvidar que Araclon Biotech estuvo a punto de desaparecer en el 2012. De hecho, si no llega a ser por la compra de Grifols uno de los proyectos más prometedores en la lucha contra el alzhéimer se hubiera ido al traste.