La vacuna contra la tuberculosis en la que trabaja desde hace más de 20 años el grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza (y que se conoce con las siglas MTBVAC) protege frente a las principales cepas causantes de esta enfermedad en el mundo. La revista científica EBioMedicine, del grupo The Lancet, acaba de publicar este nuevo hallazgo, que abre perspectivas innovadoras para el uso en humanos de esta nueva vacuna y permite anticipar una óptima protección.

El artículo publicado detalla una investigación desarrollada durante cinco años por científicos de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pasteur de París con la que se demuestra que la vacuna MTBVAC, que podría sustituir a la actual y centenaria vacuna BCG, protege frente a los linajes del bacilo de la tuberculosis más extendidos en Europa, Asia, África y América.

Al igual que no hay dos personas iguales, se asume también que no hay dos bacterias idénticas. Esto es lo que sucede con Mycobacterium tuberculosis, la bacteria causante de la tuberculosis en los humanos. De hecho, los análisis genéticos demuestran que existen hasta siete familias (linajes) de esta bacteria, de los cuales los linajes 2, 3 y 4 son los que causan la mayor parte de infecciones por tuberculosis en el mundo.

BACTERIAS DE REFERENCIA

Durante los experimentos de laboratorio, los investigadores usan habitualmente las llamadas «bacterias de referencia» que en el caso de M. tuberculosis corresponden al linaje 4. Estas bacterias de referencia permiten comparar experimentos que se realizan en España con los que se realizan en otro país, pero tienen la limitación de que no reflejan toda la diversidad existente de la bacteria patógena.

Durante los últimos 20 años, el grupo de Genética de Microbacterias de la Universidad de Zaragoza viene desarrollando esta vacuna viva atenuada frente a la tuberculosis. La vacuna, que se encuentra en pruebas clínicas, ha demostrado su eficacia en animales de laboratorio frente a M. tuberculosis pertenecientes al linaje 4.

En este estudio, dirigido por Jesús Gonzalo-Asensio, en el que ha trabajado Irene Pérez como primera autora, se demuestra que la MTBVAC protege frente a los linajes 2, 3 y 4 de M. tuberculosis, que son los más extendidos por todo el mundo. Las pruebas clínicas con esta iniciativa se han desarrollado en Suiza y Sudáfrica, donde predomina el linaje 4. El hallazgo de que el tratamiento protege además frente a los linajes 2 y 3 permite anticipar una buena protección de esta vacuna en diferentes países.

Además, dado que se trata de una vacuna viva, las características inherentes a la bacteria donde se realizan las manipulaciones genéticas pueden influir en su potencial como vacuna. MTBVAC fue construida en una bacteria perteneciente al linaje 4, durante un proceso de ocho años. En este trabajo se han logrado construir vacunas equivalentes a esta propuesta en los linajes 2 y 3 de M. tuberculosis en tan solo dos años.

TIEMPO RÉCORD /

Este tiempo récord ha sido posible gracias al conocimiento previo y al desarrollo de innovadoras herramientas genéticas. Durante los tres años siguientes estudiaron la eficacia y seguridad de estas vacunas en modelos animales. «Nuestros resultados muestran que MTBVAC, perteneciente al linaje 4 y actualmente en estudios clínicos desde el 2012, es la más segura, incluso más que la actual vacuna contra la tuberculosis BCG. Además, las tres vacunas protegen a ratones frente a la infección con aislados de M. tuberculosis pertenecientes a los linajes 2, 3 y 4», expone el investigador principal, Jesús Gonzalo-Asensio.

Estos datos abren perspectivas innovadoras para el uso de la propuesta zaragozana en humanos. «Podríamos utilizar un cóctel de las tres vacunas MTBVAC construidas en este trabajo para inmunizar universalmente a la población de forma global, de forma similar a lo que se hace con la vacuna viva contra la polio, y que está contribuyendo a erradicar esta enfermedad. Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se demuestra algo similar en el campo de las vacunas contra la tuberculosis», ha señalado Irene Pérez, primera autora del trabajo en el Grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza.

Los expertos indican que también se podrían plantear vacunar a determinadas poblaciones con la vacuna construida en el linaje más prevalente en esa región geográfica. Por ejemplo, en Asia y las regiones más orientales de Europa están emergiendo con fuerza aislados de M. tuberculosis Beijing, que pertenecen al linaje 2 y están caracterizados, entre otros, por su facilidad para desarrollar resistencia a antibióticos.

La principal aplicación de este trabajo es que permite a sus autores anticipar cualquier escenario de uso en humanos.