Aragón quiere modificar la norma que regula la vacunación antirrábica obligatoria en los perros y, según el borrador que actualmente está en fase de alegaciones, la intención es que los canes sean vacunados cada dos años y no de forma anual, como se venía haciendo hasta ahora.

Según dice el proyecto de orden, cuyo anuncio se publicó el pasado 26 de mayo en el Boleín Oficial de Aragón (BOA) a propuesta del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, «deberán vacunarse obligatoriamente, con carácter bienal, todos los animales de la especie canina». Por otro lado, se apunta que «la vacunación antirrábica de otras especies animales tendrá carácter voluntario, excepto en el caso de gatos y hurones que vayan a ser objeto de desplazamiento a otros estados miembros de la Unión Europea».

La DGA, que atiende así una reclamación de la Federación de Caza que desde hace años solicitaba el suministro de dosis cada dos años, argumenta que el cambio garantiza más protección para los perros contra la rabia, ya que está garantiza su inmunidad en un periodo de dos años o incluso tres. Este es el argumento que esgrimieron en su momentos los cazadores, quienes apuntaron a la «sobremedicación» a la que se someten los perros y que conlleva consecuencias.

Opciones / Sin embargo, el cambio de normativa no es tan bien compartido en el seno del Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza, quienes aseguran que no existen vacunas que contemplen un plazo de administración de cada 730 días, periodo que recoge el borrador. Pese a todo, desde la DGA señalan que si se quiere vacunar cada año, como hasta ahora, se podrá hacer de igual modo.

En comunidades como Cataluña, País Vasco o Galicia no es obligatoria, mientras que en Navarra o La Rioja ya aplican las dosis bienales desde hace un tiempo. Junto a Aragón, Andalucía o Extremadura mantienen la obligatoriedad anual.

El proyecto de la DGA indica que «actualmente la comunidad es una zona libre de rabia terrestre, pero la proximidad geográfica a países endémicos, especialmente el norte de África y Europa del este, y la facilidad de movimientos y entradas de personas y animales hace que sea imprescindible mantener las medidas adecuadas para prevenir y vigilar su aparición».