Su historia impresiona. Más, cuando uno cree que va a hablar, simplemente, con la próxima representante de Zaragoza en el Miss World Spain (lo que antes era el certamen de Miss España). Andrea Cristóbal, con su porte y sus ojos azules, empezó --como muchas en el mundo del modelaje-- con 17 años y siempre ha estado ligada al mundo de la moda. Compatibilizó ese trabajo con sus estudios universitarios. Hoy trabaja como fisioterapeuta y tiene un máster en Nutrición. Tiene 24 años. Y eso sorprende. Es algo más que el resto de las candidatas. Ante el porqué de la diferencia de edad, ella empieza a narrar su historia.

Andrea soñaba con ser modelo. Cuando acabó la carrera, se mudó a Barcelona, para trabajar con otra agencia y abrir caminos. Había hecho campañas en su Aragón natal, pero también en Madrid o en Rusia. Tenía un camino. «Nada más llegar, recibí un golpe muy fuerte», explica. Le diagnosticaron una aplasia medular y comunicaron a su familia que había pocas posibilidades de que saliera adelante. Necesitaba un trasplante de médula, un tratamiento... Y «mucha fe». La misma que le ha ayudado. La búsqueda de un donante para Andrea se hizo viral en su día, en redes. Pero, finalmente, fue un tratamiento farmacológico lo que le salvó la vida. «Los médicos no se lo creían», recuerda. De eso, han pasado más de dos años, «tres meses sin el tratamiento». Andrea, decidió que, con todo esto, el 2018 sería su año. «Quería retomar mi sueño, el que tenía cuando esto empezó. Quería quitarme esta espinita, aunque yo tenga mi carrera, mi trabajo y mi vida. Así que me presenté al cásting de Miss World Spain y me seleccionaron. El concurso me gusta porque no solo se busca un físico, sino que, por ejemplo, exigen que tu candidatura vaya acompañada de una colaboración en una causa social». En el caso de Andrea es fácil. Es voluntaria de Dona Médula Aragón. Mañana mismo dará una charla en el colegio Condes de Aragón, si alquien quiere conocerla. Una chica modelo, más allá de la pasarela.