Varias sedes de Podemos en Aragón, entre ellas las de Zaragoza y Huesca, aparecieron ayer forradas de pegatinas de carácter homófobo, con lemas como Por favor cerrar (sic) ya el armario o señales de prohibición de sexo, aparentemente homosexual, y de símbolos de la lucha feminista.

El partido denunció individualmente algunos de estos actos vandálicos hasta que fueron descubriendo que se produjeron de forma simultánea en un número indeterminado de sedes. La Policía abrió una investigación para averiguar la autoría de lo que a todas las luces es una campaña organizada, por lo que la formación morada rehusó dar más información al respecto por respeto a las pesquisas abiertas.

No es la primera vez que las sedes de Podemos y de otras formaciones políticas sufren ataques de este tipo, aunque rara vez son organizadas en la comunidad. Destacable fue el que sufrió la de Zaragoza en Común en el 2016, con pintura negra, sobre todo porque ocurrió apenas una semana después de abierta la oficina y generó reacciones de rechazo en casi todos los partidos.

Los ataques vandálicos no son patrimonio de la izquierda, ya que las sedes de Vox y el PP también han sufrido agresiones de este tipo en Zaragoza.