Después de varios días sin quema de contenedores en Zaragoza, ayer los vándalos volvieron a hacer de las suyas durante la madrugada. Los elegidos fueron esta vez dos situados en la calle Arzobispo Domenech, muy cerca de la zona de bares conocida como el Rollo.

El calor y el fuego afectaron a los comercios próximos a estos depósitos situados frente al número 39 de esta vía zaragozana. Los bomberos, que fueron avisados por los vecinos sobre las 5.15 horas, tardaron una media hora en extinguir los contenedores de papel y envases afectados.

En lo que va de año han ardido unos 200 contenedores. La reposición de los mismos no se hace cargo el propio ayuntamiento, sino la empresa concesionaria de la recogida de basuras, FCC. Un nuevo depósito de vidrio cuesta 800 euros, y un contenedor de materia orgánica y papel, 928. La zona menos afectada es el Casco Histórico.