Varios agentes de la Policía Local se han decidido a denunciar, a título individual, la caza de brujas en la que se han convertido las últimas semanas para ellos. Se ha cumplido la amenaza de señalar públicamente a aquellos que se apunten voluntariamente a hacer horas extra, y para ello han publicado sus nombres, fotos y números de placa en foros compartidos por todos, como los de Whatsapp al que pertenecen muchos de ellos. Incluso en instalaciones como el cuartel de La Paz, han colgado carteles tachándoles de "esquiroles" de una huelga de celo que consiste en trabajar a reglamento, siendo exigentes en el cumplimiento de la normativa, y en boicotear al consistorio a la hora de planificar los refuerzos para dispositivos especiales, sobre todo en los Pilares.

ESTAR UNIDOS Por las fiestas o, como es en los casos denunciados, por la maratón celebrada el pasado 28 de septiembre. Fuentes de CSL y CSIF así como algunos agentes afectados confirmaron la existencia de denuncias interpuestas, aunque la Fiscalía provincial aseguró ayer a este diario que no le constaba que se hubieran presentado. Eso hace pensar que podrían haberlas formulado en comisarías de la Policía Nacional.

"Es lamentable que las medidas deriven en una guerra interna en la Policía Local ahora que tenemos que estar unidos", comentó ayer un agente municipal. En este sentido, después de que CSL amenazara precisamente con hacer públicos los nombres de estos voluntarios, otros sindicatos como OSTA lo rechazaron de forma tajante y CSIF manifestó que no estaba de acuerdo con hacerlo.

Las denuncias evidencian las tensiones que se viven también a nivel interno en un pulso con el ayuntamiento en el que, por otra parte, CSL también constituyó una caja de resistencia para hacer frente a las posibles sanciones que pudieran conllevar consecuencias económicas para los agentes expedientados.