Además del agua y el vertido, varios viales del barrio de Montañana esperan aún ser asfaltados y todavía falta la instalación del alumbrado público. El camino de Jarandín, varias calles adyacentes al de Ronda y el de Torre Berla siguen, en opinión de Marisa Gutiérrez, en condiciones de precariedad absoluta. "Al menos, el ayuntamiento podría tener la consideración de dar servicio en aquellos tramos en los que hay viviendas legales. No se pide nada a lo que no se tenga derecho", denunció. La presidenta confía en que algunas de estas actuaciones se incluyan en el convenio del consistorio con la DPZ.

La ampliación del servicio de la línea de autobús 28 es otra de las demandas de los vecinos de Montañana. Según explicó Marisa Gutiérrez, "las frecuencias son mínimas, faltan marquesinas en las paradas para garantizar la seguridad y es preciso que se sustituyan los autobuses actuales por otros de plataforma baja para facilitar el acceso a los ancianos".

La falta de locales públicos también preocupa a los ciudadanos de este barrio rural. Reclaman la construcción de una segunda planta en el pabellón.