La junta de vecinos de la casa azul --el inmueble que tuvo que ser derribado después de que un socavón dañara su estructura el 10 de noviembre del pasado año--, no está por la labor de explicar a los propios afectados cuáles son las gestiones que se han realizado desde entonces, ni a qué precio les ha salido. Diez propietarios de este inmueble solicitaron por escrito hace más de un mes a la junta que les remitieran algunos documentos como "la relación de ingresos y gastos", "las actas de las reuniones celebradas", así como "el contrato que se ha firmado con los abogados", entre otros. Pero no han recibido respuesta.Según ha podido saber este diario, hasta el momento se han gastado alrededor de 24.000 euros --unos cuatro millones de pesetas-- por persona entre el derribo y otras gestiones realizadas. Para ello, se pidieron varios créditos y todavía no se han pasado facturas a los vecinos ni se les ha informado de lo que llevan gastado. Los diez propietarios firmantes denuncian en este documento la "información contradictoria" que se ha dado hasta ahora. Este viernes se celebrará una asamblea de vecinos con los abogados, ya que la junta no ha dado el visto bueno para que estos últimos no estuvieran presentes. R. CRISTOBAL