Un transeúnte encontró ayer un cadáver en avanzado estado de descomposición, oculto por unas hierbas en la carretera de Cogullada, junto al puente sobre el que discurre la Z-40. La Policía declinó confirmar la identidad del cadáver hasta practicarle la autopsia, realizada ayer por la noche, pero la familia del joven brasileño Victor da Silva, desaparecido en Año Nuevo, sí recibió confirmación de la identidad, según aseguró a este diario su prima Thais.

La zona donde fue hallado el cadáver, sobre una arqueta, es muy transitada prácticamente a todas horas: está rodeada de empresas y depósitos municipales, y también es zona habitual para la prostitución en el polígono. Sin embargo, nadie había dado aviso del olor propio de la descomposición de un cadáver. Un vigilante de seguridad de una empresa cercana aseguraba ayer que pasaba todos los días frente al lugar y nunca había notado nada raro.

LEVANTAMIENTO El primer aviso del hallazgo lo recibió la Policía Local, que dio aviso al Cuerpo Nacional de Policía. Mediada la tarde, ambos cuerpos acordonaron la zona y el Grupo de Homicidios y la Policía Científica acudieron para inspeccionar el escenario. La comisión del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza se hizo cargo del levantamiento del cadáver, que se llevó el furgón de la Hermandad de la Sangre de Cristo en torno a las 21.00 horas. La investigación de la desaparición del joven la llevaba el Juzgado de Instrucción número 3.

La Policía llevaba buscando a Victor da Silva desde que desapareció, en Año Nuevo, tras haber celebrado un cotillón con sus amigos en Ranillas. La última señal registrada de su teléfono móvil la captó el repetidor de la plaza Mozart, cerca del polígono de Cogullada.

Tanto los investigadores como sus amigos peinaron el polígono, aunque no está claro si llegaron hasta las proximidades de Mercazaragoza, donde estaba el cuerpo. En cualquier caso, fuentes policiales apuntaron a que incluso pasando por la zona hubiese sido difícil de verdad, por la hierba.

La Policía había peinado reiteradamente el Ebro, donde podría haber caído, con perros especiales e incluso drones.