Los vecinos del distrito del Rabal se han resignado a ver cómo la estación del Norte se destina a unos usos que no han sido consensuados con ellos. Un centro cívico, la sede de la junta municipal y un centro de tiempo libre son los servicios definitivos que se instalarán en la antigua terminal ferroviaria, después de que la concejala Mar Herrero anunciase que la ludoteca no se ubicaría por falta de espacio. Desde el Arrabal y el barrio Jesús se ha criticado la falta de diálogo y aunque la próxima semana hay una reunión prevista con el teniente de alcalde de Participación Ciudadana, Antonio Becerril, no creen que vayan a producirse cambios.