Los vecinos del Casco Histórico de Zaragoza no están nada convencidos con los planes del área de Cultura para recuperar la esencia con la que se proyectó el Centro Musical de Las Armas. Desde el Gobierno de la ciudad de PP-Cs quieren sacar a concurso público la explotación de este centro y limitar su horario, lo que conllevaría el cierre de la discoteca, lo que solucionaría muchos de los problemas de convivencia del barrio pero, sin embargo, no es suficiente para sus vecinos.

Desde la entidad Lanuza Casco Viejo criticaron que en noviembre del 2018, con el anterior Gobierno de Zaragoza en Común, se les prometió que el futuro de este centro sería el resultado de un proceso participativo que nunca se llevó a cabo. La concejala de Cultura y vicealcaldesa, Sara Fernández, ya informó de que contará con su opinión, pero para esta asociación vecinal no es suficiente porque no comparten su idea de mantener los conciertos y la terraza del bar. «Nosotros pedimos que sea únicamente una instalación municipal que sirva de ampliación para la escuela de música del barrio, que es para lo que se creó», explicó su presidente, Edy Castro.

«Este edificio no cumple las condiciones para albergar las actividades actuales porque está mal insonorizado y está construido bajo varias viviendas que tienen que sufrir la música de los conciertos y las molestias que causa la gente que se junta en corrillos en la plaza», sentenció.