El ejercicio Tormenta del año pasado llegó rodeado de polémica, ya que los vecinos de las localidades próximas al campo de tiro de Bardenas no recibieron ninguna notificación de que el Ejército del Aire iba a bombardear la zona, y los ejercicios son con fuego real. Izquierda Unida interpeló por ello al Gobierno, quien respondió que el aviso a la Comunidad de Bardenas fue dado oportunamente por teléfono y correo electrónico. Además, aseguró que la Policía Aérea y la Guardia Civil controlaron el acceso a la zona, y se cuidó especialmente la seguridad de la población, "la flora y la fauna" del lugar. Izquierda unida también se interesó por el coste de estos ejercicios anuales, pero desde Defensa solo respondieron que entraban dentro del presupuesto de adiestramiento de pilotos. La munición empleada fue de misiles de aire tierra guiados por láser.